Gobierno insiste en llegar a la gente sin intermediarios. Economistas advierten que se está avivando la crisis.
Los bonos de protección social a las familias conforman una estrategia de asistencia del presidente Nicolás Maduro ante la severa crisis económica que trastoca al país.
Las asignaciones en bolívares, dirigidas a aquellos que son considerados como “población vulnerable”, se otorgan a quienes están inscritos en el Carnet de la Patria, a través del sistema VQR, una innovación tecnológica instaurada a finales de 2016 con la idea de hacer intransferible y sin intermediarios los métodos de protección social.
En noviembre, el Jefe del Estado anunció la aprobación del Bono Navideño (Bs. 500 mil) para 4 millones de venezolanos y un segundo bono que denominó Niño Jesús, con las mismas características. Posteriormente fue el de Reyes (Bs. 500 mil), el que fue distribuido llegando a 6 millones de personas. Previamente el Bono de Guerra Económica para pensionados y el Único Escolar de ese año fueron activados pero fuera del sistema VQR.
Hace poco más de una semana el Presidente expandía el rango de protección a las embarazadas y personas con discapacidad carnetizadas, con un monto mensual de Bs. 700 mil (y un millón adicional la fecha de parto). A las familias que integran la Gran Misión Hogares de la Patria (4 millones de hogares) también les llegará la asignación de acuerdo con tablas según sus integrantes (hasta un millón 600 mil por diez integrantes). También decretó dos nuevos bonos: el de Carnaval y el de la Juventud, ambos por Bs. 700 mil. Este último se comenzará a depositar mañana a 2.500.000 personas.
Pero las bonificaciones en bolívares son consideradas por muchos economistas como una fórmula ineficaz porque ese dinero no encontrará en la calle los productos de primera necesidad, además de que empeora la vorágine inflacionaria, “gasolina para el fuego de la hiperinflación”, aseguran.
Jesús Casique, director de Capital Market Finance, advierte que los bonos de la administración Maduro, además de discriminatorios, representan promesas populistas que agravan la crisis.
“Toda esa gama de bonos que viene aprobando el ejecutivo va a afectar la inflación en el mercado, y hay que destacar que Venezuela está atravesando una hiperinflación. Entonces es populismo a ultranza, donde una especie de mesías cabalga sobre promesas que tienen un costo: la hiperinflación”.
El economista Asdrúbal Oliveros explica que el Estado, aunque tiene la potestad legal para emitir bolívares, se enfrenta al problema de que no hay cifra, por muy alta que sea, que le alcance a una familia para cubrir sus necesidades básicas; y advierte que la emisión de moneda venezolana apunta a crecer con la cercanía de las presidenciales.
“Todos los bonos que ha ideado Maduro es la gasolina de la hiperinflación, porque detrás de ésta lo que hay es este crecimiento desordenado de bolívares, junto con el problema cambiario, los controles, las cadenas de suministros, el tema monetario, es el núcleo de la hiperinflación.
Además, esos bolívares van a buscar bienes que no hay”, explicó. El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, cree que tras las bonificaciones lo que va quedando “es un pueblo que se hace más dependiente de lo que recibe de su Gobierno”.
“Los bonos en bolívares amplifican la hiperinflación. Aunado a los temas de los Clap cada vez son más parecidos a esa tarjeta de racionamiento cubano”.
“Estamos esperando precios que van a ser claramente superiores a los que estamos viendo, no de forma convencional, sino que van a crecer exponencialmente y la capacidad que tiene la población de obtener ingresos está muy debilitada. Desde el punto de vista de capacidad de compra va a ser mucho peor que lo que hoy tenemos”, acotó.
Contrario a todas las posiciones previas, la socióloga Maryclen Stelling considera que los bonos sociales llegan a la población, pero esta medida puede tener varias lecturas, entre las que destacan la económica y la política.
“Estos bonos, desde el punto de vista de la población, son una ayuda, una suerte de compensación que, probablemente no alcance debido al ritmo de la hiperinflación, pero sí ayudan. Creo que políticamente, en el marco de unas elecciones presidenciales, desarrolla una relación clientelar que se puede convertir en un apoyo político para las presidenciales (elecciones), realmente tiene un efecto político importante que es beneficioso para la candidatura oficial”, expresó.
Desde el Gobierno, el constituyente Ricardo Molina destacó que los bonos son una forma para combatir la crisis económica. Aseveró que a Maduro “se le han ocurrido vías para paliar la arremetida especulativa e incesante de la oligarquía industrial, comerciante e importadora (…) Es una medida circunstancial para poder auxiliarnos en una guerra”.