Francisco Rodríguez, analista y economista jefe de Torino Economics –empresa del Grupo Torino Capital– insiste en que la “dolarización” de la economía venezolana “es la única política que garantiza parar la hiperinflación en seco”.
Considera el ex-jefe del equipo económico de Henry Falcón durante la campaña presidencial de 2018, que “otras estrategias de estabilización” económica, “están sujetas a riesgos de que la hiperinflación continúe” en el país.
“Pudiera”, dice, “ser muy costoso, incluso creo que desastroso, un escenario de hiperinflación continuada para el gobierno interino” de Juan Guaidó.
Y advierte, en un estudio sobre el actual debate político de amplio aspectro, que “dadas las fuertes debilidades institucionales, el Estado venezolano debe ocuparse de las cosas que tiene que hacer”.
Eso implica “tener que lidiar con el intento de estabilizar el tipo de cambio y con las posibilidades de fuga de capitales en contra de una moneda que no ha logrado restablecer su credibilidad, pueden minar las bases de la recuperación económica”, asienta el especialista.
Rodríguez refiere que “en el ultimo año, hemos visto cómo el gobierno de Argentina”, presidido por Mauricio Macri, “a pesar de haber aplicado una serie de políticas económicas por lo general sensatas, se ha enfrentado a una crisis sobre la moneda, y la necesidad de defender su moneda le ha llevado a subir las tasas de interés a un nivel que está generando una contracción como resultado de una política contractiva”.
Sostiene además el economista jefe de ese banco de inversiones y corredor de bolsa con sede en Nueva York, que “la dolarización impide caer en esa situación y garantiza que podamos tener una estabilización expansiva de la economía para recuperar el crecimiento y la senda del desarrollo sostenible”.
Equilibrar las cuentas
Al ser consultado sobre las prioridades a adelantar en materia económica, por un eventual gobierno de transición, destaca en primer lugar “consolidar el control del Estado de forma tal de poder aplicar medidas económicas”; esto no se puede hacer si no se controla la emisión de moneda, la política fiscal, así como las políticas cambiaria y monetaria.
“Asumiendo que se llega a un ejercicio efectivo de la presidencia interina, la primera prioridad es atender la emergencia humanitaria, aceptar la ayuda humanitaria que el resto del mundo le ha ofrecido a Venezuela y canalizarla”, indica.
También se debe “adoptar un programa de estabilización macroeconómica, que permita equilibrar las cuentas fiscales”.
Para alcanzar esa equidad, comenta, se debe “reducir al mínimo la impresión de dinero para el financiamiento del déficit, tener un programa de déficit consistente con niveles de déficit bajos y sostenibles, el restablecimiento del sistema de precios, devolución de empresas expropiadas al sector privado y la generación de un marco para la protección de los derechos de propiedad”.
En otro orden, pero igualmente urgente, adiciona, “es la renegociación de la deuda externa de la República y, por supuesto, una reestructuración profunda de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa)”.
Rodríguez, en fecha reciente, argumentó que “si (el presidente Nicolás) Maduro se aferra al poder y no se restablece el hilo constitucional, Venezuela va a vivir una crisis económica sin precedentes, y la actual crisis humanitaria tiene el riesgo de desembocar en una catástrofe humanitaria”.
Reitera que “hay una crisis económica profunda. El Producto Interno Bruto (PIB) se ha contraído en 45% desde 2013 y este año se puede contraer, de acuerdo con nuestras estimaciones, si se mantiene la situación actual, un 26% adicional”.