El acatamiento de la estatal china CNPC de las sanciones estadounidenses contra la administración de Nicolás Maduro deja en el aire una producción aproximada de 105.000 barriles diarios de crudo mezclado tipo «Merey» de 16 grados API, en el proyecto mixto Sinovensa, indispensable en la precaria oferta de crudo de Pdvsa, pero ahora se añade otro problema, porque la contratista HuanQiu Contracting and Engineering demanda un pago de 52 millones de dólares por facturas atrasadas.
De acuerdo con una información de Argus Media, HuanQiu, también de origen chino, era la encargada de proceder a los trabajos necesarios para que la producción del campo, en el campo Morichal de la Faja Petrolífera del Orinoco, pasara de producir unos 105.000 barriles diarias a 165.000, en una primera etapa que se concluiría a mediados de 2020.
La contratista paralizó los trabajos antes de que se anunciara que CNPC no seguiría con sus inversiones en Venezuela, debido a que acumula facturas vencidas desde noviembre de 2018 hasta febrero de 2019, informa la agencia especializada.
Nicolás Maduro había anunciado en julio pasado, como un logro de su alianza con China la expansión de la producción de Sinovensa en dos tramos hasta 330.000 barriles de crudo por día, pero ahora las sanciones estadounidenses parecen haber echado por tierra esa posibilidad, en un momento históricamente crítico para la industria petrolera venezolana.
Con la salida de CNPC y la posible clausura de las operaciones de Chevron en el país quedaría comprometida alrededor de 50% de la producción petrolera actual, que de acuerdo con las fuentes secundarias de la OPEP cayó a 742.000 barriles diarios en julio.