El 35% de los venezolanos hace operaciones con dólares, según la encuesta nacional Perfil 21 correspondiente al tercer trimestre de 2019, realizada por la empresa de análisis de mercados y opinión pública, Consultores 21.
Este dato revela que la dolarización transaccional en Venezuela avanza de manera sostenida; sin embargo, el porcentaje de habitantes del país que ha realizado transacciones con divisas estadounidenses bajó dos puntos porcentuales en comparación con el sondeo del segundo trimestre, cuando el porcentaje de la población que usaba dólares fue de 37%.
El estado donde el fenómeno de la dolarización es más agresivo es Zulia, donde 54% de sus habitantes encuestados por Consultores 21 dijo haber comprado, vendido y pagado bienes y servicios con dólares. En el occidente del país, la dolarización alcanzó a 43% de la población; en la zona capital al 40%; en la región central al 38% de los habitantes; mientras el fenómeno fue menos visible en Oriente (28%), los Andes (27%) y los llanos (15%).
Según Consultores 21, la mayor fuente de divisas estadounidenses en el país proviene de trabajos informales o «tigres» y de operaciones de venta de bienes; de hecho, 41% de los dólares que circularon en la economía en septiembre -mes en el que la encuestadora realizó su trabajo de campo- provinieron de estas fuentes.
El 30% de las divisas estadounidenses usadas en el país provino de compras en el mercado paralelo y la repatriación de ahorros en el exterior; 13% se debieron a operaciones de compraventa de activos; 7% por remesas -un hecho curioso y revelador, considerando los montos que algunos economistas estiman por concepto de envío de dólares desde el exterior-; mientras el 6% restante fue producto de pagos de bonos complementarios de las empresas y ahorros, en partes iguales.
– La escasez ya no es el problema –
Según Consultores 21, 67% de los venezolanos reporta que consiguen disponibles todos los productos de consumo que necesitan, pero no tiene recursos para pagarlos, lo que revela que el fenómeno de la escasez ya no es el gran problema que era hace dos años.
El sondeo Perfil 21 revela que desde el cuatro trimestre de 2016, el porcentaje de encuestados que apunta que no puede cubrir su cesta básica de bienes y servicios subió 27 puntos porcentuales hasta el tercer cuarto del presente año.
Al mismo tiempo, la percepción de escasez como principal problema cayó de 73% en el cuarto trimestre de 2016 a 27% en el tercer trimestre de 2019.
Esta inversión de tendencia se produce debido a que el gobierno de Nicolás Maduro ha relajado en la práctica los controles de precios y las restricciones para importar, en un contexto de grave crisis productiva que se evidencia en una contracción del PIB continuada desde 2013.
Aunque las normas que regulan el establecimiento de precios, como la Ley de Precios Justos, siguen vigentes y la Sundde realiza operaciones permanentes de inspección, hay un mayor relajamiento en los mercados, un hecho evidente en la proliferación de los llamados «bodegones», generalmente bien surtidos de productos importados.
Hay que subrayar el hecho de que la supervisión de precios y las sanciones contra establecimientos comerciales se produce con mayor fuerza en los estados del interior del país que en las ciudades más pobladas.