Zulianos comenzaron a aplicar su propia “reconversión” al nombrar el precio de un bien o servicio. En el caso de que se trate de 1 millón de bolívares, dicen mil bolívares y si se trata de mil bolívares dicen que es un bolívar.
De acuerdo con Pablo Medina, profesor universitario, este tipo de lenguaje “disfraza” los altos precios que hay en el mercado.
“Es más fácil para una persona hablar de miles en lugar de millones, pero con eso creamos una ilusión de que los productos están más baratos, pero en realidad subieron una barbaridad”, dijo Medina a Panorama.
Isaías Lescher, sociólogo, explicó que la población sufre un impacto emocional debido al aumento de las cantidades que maneja diariamente.
“Esto tiene implicaciones emocionales, tanto para los jóvenes, adultos y mayores, debido a que perciben que en la medida que se le agregan más cero a la moneda, existe una mayor devaluación e inflación por la pérdida del poder adquisitivo”, comentó.
Puntualizó que los adultos mayores son los que más incurren en esta “reconversión popular” porque es difícil que entiendan la realidad económica que atraviesa Venezuela.