La directiva de la petrolera estadounidense Chevron advirtió que la prohibición a empresas estadounidenses de hacer negocios con el gobierno de Nicolás Maduro, incluida en la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que congela los activos venezolanos en el país norteamericano, puede tener un impacto severo sus resultados futuros, ya que sus inversiones en Venezuela están valoradas en 2.700 millones de dólares.
La petrolera reconoció que, en el primer semestre de 2019, sus filiales en Venezuela le reportaron pérdidas de 21 millones de dólares, según reseña una nota de Bloomberg. La empresa consiguió, no sin dificultades, una licencia de extensión por 90 días para continuar en Venezuela, pero parece muy poco probable, en el contexto político actual, que pueda conseguir una nueva extensión.
Ya Chevron tuvo que enfrentar la oposición de altos cargos de la administración Trump para permanecer en Venezuela. La empresa tiene una visión de largo plazo en el país, por su experiencia y capacidades para producir crudos pesados.
El mejorador de petróleo pesado Petropiar no produjo un solo barril de crudo sintético al cierre del segundo trimestre del año, luego de haber extraído unos 34.000 barriles en el primer cuarto, según Bloomberg.
Las empresas de servicios petroleros Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International también tendrían que salir del país después del 21 de octubre, cuando vence la extensión de la licencia por 90 días. Estas compañías estadounidenses también tienen inversiones importantes en Venezuela, pero a través de contratos de servicios.
Chevron tiene una participación de 30% en Petropiar que es uno de los principales proyectos de producción de crudo que queda en el país. Se supone que deberá producir entre 120.000 y 170.000 barriles diarios de crudo Merey de 16 grados API, una mezcla de crudos pesados y nafta, como parte de una producción que no llegaría al millón de barriles.
La empresa petrolera había declarado que sus activos en Venezuela tenían un impacto mínimo en sus balances. Ahora el discurso está cambiando.