La cantidad de billetes del nuevo cono monetario es insuficiente para garantizar el funcionamiento de los cajeros automáticos, aseguraron fuentes vinculadas al sistema financiero privado. Las 187 millones de piezas de todas las denominaciones, llegadas entre diciembre y marzo, solo representan 6,67% del total necesario para garantizar que el flujo de billetes sea estable.
Fuentes ligadas a la banca señalaron que los cajeros automáticos requieren 8.000 billetes por carga. Con dos cargas diarias se necesitarían 16.000 piezas. Calculando 25 cargas al mes, se estaría hablando de 400.000 piezas por cajero automático. En las entidades financieras hay 7.000 cajeros automáticos, por lo que serían necesarios 2,8 millardos de billetes al mes.
En vista de que la cantidad disponible de billetes equivale a solo 6,67% de lo que requieren los ATM (como también se les llama por su nombre en inglés: Automated Teller Machine), aún es inviable que salgan de circulación a corto plazo los billetes de 100 bolívares, aunque el viceministro de Seguridad y Prevención Ciudadana, Manuel Pérez Urdaneta, aseguró el martes que esa pieza ya podía ser desmonetizada.
En noviembre del año pasado había 2,83 millardos de piezas de 50 bolívares y 6,11 millardos de 100 bolívares. Esa cifra aumentó en diciembre y para inicio de 2017 estaban en la calle 3,17 millardos de billetes de 50 bolívares y 6,33 millardos de billetes de 100, que sumaban 791,65 millardos de bolívares.
Para finales de enero el gobierno sumó 90 millones de piezas de los billetes de 500, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares, según registros del Banco Central de Venezuela. En febrero y marzo llegaron nuevos cargamentos, el último el jueves pasado, con lo que se totalizaron 187 millones de piezas.
Sin embargo, Ricardo Sanguino, presidente del instituto emisor, aseguró ese mismo día que en el país se encontraban 223,5 millones de piezas de todas las denominaciones, con lo que se superaba en 140,92% el saldo en circulación de los billetes de 100 bolívares. Indicó que esperaba que se diera de manera gradual “el proceso de extinción” de ese billete.
Los billetes del nuevo cono monetario suman 1,18 billones de bolívares en la calle: 27 millardos en billetes de 500 bolívares; 30 millardos de 1.000; 22 millardos de 2.000; 105 millardos de 5.000; 420 millardos de 10.000 y 580 millardos en billetes de 20.000 bolívares.
En los estados fronterizos con Colombia y Brasil se mantendrán las restricciones sobre la circulación de los nuevos billetes para evitar, según el gobierno, la fuga de piezas a esos países. En Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas las entidades financieras deberán devolver a sus sedes en Caracas los billetes que lleguen por depósitos de los usuarios.
Proceso inflacionario
“La tardanza en actualizar el cono monetario pone en evidencia no solo improvisación, sino también la negligencia del BCV. El cono se tenía que actualizar con la inflación y de esa manera la cantidad de billetes por imprimir hubiese sido menor y menos cara. También hubiese generado menos costos para los bancos y menos incomodidad para los compradores y comerciantes”, afirmó el economista y profesor universitario Ronald Balza.
Añadió que cambiar el billete de 100 por monedas de 100 es un gasto innecesario, ya que en un proceso inflacionario tan acelerado como el que hay en Venezuela no tiene sentido contar con monedas que pierden rápidamente su poder de compra. “Las monedas valen más por el metal que por la moneda misma. El país no está para perder divisas con gastos innecesarios”.
Balza indicó que el billete de mayor denominación del nuevo cono monetario, el de 20.000 bolívares, “ya se está desactualizando” en vista de que los precios continúan subiendo. “Cuando la inflación sube a un ritmo normal los billetes de mayor denominación no tienen que aumentar tan rápido. En el caso de Venezuela ocurre todo lo contrario. En 2014, el billete de 1.000 bolívares debía ser el de mayor denominación. A principios de 2016 hacía falta el de 5.000 bolívares. En este momento el billete de más alta denominación debería estar por encima de 20.000 bolívares”.
A la economista Verónica Suárez Sánchez le parece insólito que el gobierno publicite como un logro la llegada de los nuevos billetes. “La incompetencia y la falta de planificación se premia en revolución”.
Subrayó que ha quedado en evidencia que anunciar en diciembre la salida del billete de 100 bolívares fue un arrebato. Afirmó que es imposible que se puedan retirar a la brevedad. “No hay suficiente moneda en circulación. De hecho el retiro debería hacerse gradualmente para que la gente se acostumbre a manejar los nuevos billetes sin angustia y permitir que la misma economía vaya sacando de las transacciones los viejos sin mayor alteración ni impacto”. Recalcó que ese era el deber ser en cualquier país medianamente ordenado, y con una política monetaria planificada y consistente.
Añadió que si los sacan de circulación repentinamente se dará la “crisis de vuelto”, lo que resultará en una aproximación por arriba de los precios de los productos y encarecería aún más las transacciones al detal. “El impacto se sentirá sobre todo en los negocios más pequeños”.