Bolivia anunció este domingo 22 de diciembre su incorporación al Grupo de Lima, una instancia regional formada en 2017 con el propósito de buscar una salida a la crisis en Venezuela.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia comunica el ingreso de Bolivia al Grupo de Lima. Así Bolivia contribuirá a lograr una solución pacífica, democrática y constitucional a la crisis en Venezuela, que debe ser guiada por el pueblo venezolano”, señaló la cancillería en un escueto comunicado.
El Grupo de Lima, formado por una docena de países latinoamericanos y Canadá, se creó para adoptar una postura común frente a la situación en el país presidido por Nicolás Maduro, hundido en una larga crisis económica y política.
Hasta ahora, Bolivia se había mantenido al margen de este bloque dada la afinidad política existente entre el gobierno del ex presidente izquierdista Evo Morales, hoy refugiado en Argentina, y el régimen de Nicolás Maduro.
La situación ha cambiado, pues la presidenta transitoria de Bolivia, Jeanine Áñez, se ha distanciado del gobierno venezolano encabezado por Maduro y ha respaldado el liderazgo de Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional reconocido como mandatario interino de Venezuela por medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Gustavo Meza-Cuadra, expresó en una comunicación dirigida a la Cancillería boliviana «la satisfacción de incorporar a Bolivia en los trabajos del Grupo (de Lima)».
Perú reiteró que el objetivo del Grupo de Lima es «contribuir a lograr una solución pacífica, democrática y constitucional a la crisis en Venezuela, conducida por los propios venezolanos, a través de elecciones presidenciales libres, justas y transparentes; así como a apoyar la urgente atención de la situación humanitaria».
Desde el 2017, el Grupo de Lima ha emitido una serie de declaraciones que apenas han tenido efecto en la situación interna venezolana, aunque sus impulsores consideran que principal logro es haber creado conciencia internacional sobre la gravedad de la crisis en Venezuela.
Bolivia ingresa y Argentina sale. El nuevo gobierno peronista, dirigido por Alberto Fernández, decidió salir de este grupo regional y adscribir la vía mexicana, que es un diálogo con Maduro para buscar una salida concertada entre gobierno y oposición, pero asumiendo que el dirigente chavisto es el presidente legítimo del país.