El ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira, reveló este viernes que las Fuerzas Armadas del país usaron la técnica de “bombardeo a las nubes” contra la sequía, gracias al apoyo de Venezuela en materia de capacitación y transferencia de tecnología.
“Por primera vez en la historia del país hemos utilizado una tecnología moderna que se usa en muchos países: el bombardeo a las nubes”, afirmó Ferreira en el acto de cierre de operaciones del Gabinete del Agua, un trabajo de coordinación entre el gobierno y las Fuerzas Armadas para hacer frente a la sequía que asoló al país.
El presidente Evo Morales aseguró en el mismo acto que “entre todas las operaciones se han gastado casi 500.000 dólares” y dijo que los aviones militares bolivianos ya están equipados con esta tecnología. “Saludamos este trabajo conjunto entre las Fuerzas Armadas de Venezuela y las Fuerzas Armadas de Bolivia, especialmente la Fuerza Aérea Boliviana”, destacó.
El bombardeo a las nubes, también conocido como siembra de agua, es una técnica de manipulación meteorológica que busca fomentar las precipitaciones mediante la dispersión de sustancias en el aire.
“Quiero agradecer el trabajo compartido con la hermana República Bolivariana de Venezuela, cuyo Ministerio del Agua y la Fuerza Aérea Venezolana, en trabajos de capacitación conjunta y transferencia de tecnología nos apoyaron de una forma efectiva”, indicó el ministro de Defensa.
Morales también reveló que hubo propuestas de China, Chile y Estados Unidos en una dirección similar a la operación denominada “Lluvia Soberana”, cuya existencia no se transmitió a los medios de comunicación “hasta que dio resultados”.
“Claro, no gratis”, lamentó sobre esas ofertas de ayuda, y detalló que a través de un contacto con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, se coordinaron intercambios de experiencias y el país suramericano acudió “rápidamente” en ayuda de Bolivia.
Ferreira explicó que ese trabajo de la Fuerza Aérea “es lo que ha permitido que suba el nivel de las represas en algunos casos hasta ocho metros, en otros cuatro y en algunos alrededor de un metro”.
Morales anunció una inversión de 42 millones de dólares para una represa en el departamento de La Paz -una de las regiones más castigadas por la sequía-, que se llamará Caluyo.
Desde el pasado 8 de noviembre, un tercio de la población de La Paz sufre racionamientos en el suministro de agua, que fueron especialmente severos a finales del año pasado.
Los racionamientos, que después se ampliaron a algunas zonas de El Alto, se debieron al descenso del nivel de los embalses que nutren a ambas urbes, debido a la escasez de lluvias y a la falta de previsión de las empresas públicas de gestión de agua.