Despúes de cuatro años de silencio absoluto, el Banco Central de Venezuela, sin previo aviso y a la calladita, publicó este martes 28 los indicadores macroeconómicos que ocultó con tanto celo. De acuerdo con esas cifras oficiales, las exportaciones cayeron 62% y las importaciones se derrumbaron 74% entre 2013 y 2018.
Las exportaciones petroleras, fuente medular del ingreso en divisas del país, se fueron a pique en estos seis años de gestión de Nicolás Maduro, según reconoce el BCV, al pasar de 66.503 millones de dólares en 2013, a 29.810 millones en 2018, una baja de 55,17%, lo que deja en evidencia la situación grave en extremo del sector petrolero en este período.
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De manera insólita, las exportaciones no petroleras, una mínima fracción de las ventas externas totales, «salvaron la patria» en estos seis años, ya que aumentaron 22,7%, al subir de 3.150 millones de dólares en 2013 a 3.867 millones en 2018. Por cierto, el año pasado fue el mejor del período en esta área.
Hay que señalar sin embargo, que entre 2014 y 2016, las exportaciones no petroleras cayeron de 2.944 millones de dólares a 2.533 millones.
La caída histórica del Producto Interno Bruto de 48% entre 2013 y 2018 tiene un correlato claro en el comportamiento de las importaciones que alcanzaron un monto histórico de 62.951 millones de dólares en 2012 y terminaron 2018 en 14.866 millones; una estruendosa caída de 76,3%, en una etapa de severa contracción de la economía interna. He aquí la explicación clara de por qué el país enfrenta una escasez crónica de bienes y servicios superior a 50%, sobre todo, en productos esenciales.
En el período de «oscurantismo estadístico» del BCV, a partir de 2015, cuando la oposición obtuvo la mayoría calificada en la Asamblea Nacional, las importaciones cayeron de 33.308 millones de dólares a la cifra ya citada de 14.866 millones.
– QEPD la renta petrolera –
La pérdida de capacidad productiva de la industria petrolera venezolana queda plenamente expresada cuando se revisa el componente de exportaciones de crudo en la balanza de pagos.
En 2012, cuando el boom petrolero que comenzó en 2008 ya estaba mirando su final en el horizonte, el BCV registra un ingreso por ventas externas de hidrocarburos de 93.569 millones de dólares, que cayó en 2013 a 66.503 millones.
Hubo una recuperación puntual en 2014, cuando las exportaciones petroleras subieron a 71.732 millones de dólares -el mejor año del sexenio 2013-2018-, pero luego esta factura fue «cuesta abajo en su rodada» a partir de 2015, cuando cayó a 35.136 millones de dólares (-51,9% interanual), y 25.942 millones en 2016 (-26,1% interanual).
La recuperación de los precios internacionales que se comenzó a registrar en 2017, produjo una leve recuperación de la factura petrolera hasta 31.497 millones de dólares en 2017 y 29.810 millones en 2018. Con las sanciones internacionales, la situación de 2019 se anuncia de pronóstico reservado.