A pesar del cerco financiero que Estados Unidos pretende imponer al gobierno de Nicolás Maduro mediante sanciones cada vez más duras, al parecer la conexión con Turquía funciona eficientemente, ya que el sancionado Banco Central de Venezuela (BCV) logró vender 40 millones de dólares en oro monetario el pasado 12 de julio, según un breve reporte de Bloomberg.
Como resultado de la sigilosa transacción, las reservas internacionales cayeron a 8.100 millones de dólares, una cifra que marca un mínimo histórico en casi tres décadas.
De acuerdo con Bloomberg, desde abril pasado la administración de Maduro, a través del ente emisor, ha conseguido colocar aproximadamente 24 toneladas de oro en empresas radicadas en los Emiratos Árabes Unidos y Turquía, donde su proverbial aliado Recep Tayyip Erdoğan ha puesto a las órdenes del gobierno venezolano sus capacidades de refinación de mineral precioso.
Venezuela enfrenta un déficit fiscal este año que fácilmente puede ubicarse sobre 30% del PIB, por lo que las sanciones son un fardo extremadamente pesado para conseguir un financiamiento que es literalmente urgente para cubrir necesidades básicas del gobierno.
Ante esta situación, el madurismo ha recurrido a las ventas de oro como un mecanismo -limitado, ciertamente- de financiamiento internacional. Fuentes distintas a Bloomberg señalan que el estas operaciones reflejan pérdidas importantes por costos asociados a logística y posibles descuentos.