“El Gobierno está muy consciente del alto costo que tiene para la República caer en default eso significaría prácticamente una profundización de la crisis, por eso busca alternativas en el mercado asiático con China para el refinanciamiento de la deuda y cubrir los pagos de lo que resta de 2017 y los tramos de 2018”, las afirmaciones las hizo el economista, César Aristimuño.
Explicó el especialista que “el financiamiento a negociar con China estaría cerca de los 15 mil millones de dólares. Con más de 4 mil millones de dólares se cubriría la deuda de lo que resta de 2017 y otros más de 10 mil millones de dólares se destinarían para pagar los compromisos de 2018”.
Aseguró que este financiamiento “puede ser un crédito directo que daría la nación asiática a Venezuela para que tenga un respiro y evitarle caer en default, y es un compromiso que asume la nación por unos 10 a 15 años dependiendo de las condiciones en las que se haga la negociación”.
Sin embargo, agregó el especialista que esta sería una salida a la situación financiera venezolana pero “no aliviaría la crisis interna del país que se puede agudizar con las medidas impuestas por Estados Unidos”.
Sobre la posibilidad de que Venezuela haga negociaciones con Rusia, Aristimuño indicó que es probable pero se debe tener en cuenta que ese país también se enfrenta a fuertes problemas económicos aunado a las sanciones que también le ha impuesto Estados Unidos hace días atrás.
Considera que en la reunión que ha sido convocada por el Gobierno venezolano con los tenedores de bonos “tienen muy pocas opciones para negociar, allí no habrá negociación ya que el Estado no tiene planteamientos claros al respecto y la posibilidad que tiene es esperar la negociación con China para tener una solución en las manos”.
En el caso de que la asignación de divisas a través del Dicom se vea afectada por las sanciones impuestas por Estados Unidos, expuso el economista que “el impacto en el flujo de caja del país ha sido por el recorte de la producción petrolera y no tanto por los precios, aunque ambos elementos han golpeado el ingreso de divisas, y como era de esperarse, el Gobierno absorbería la mayor cantidad de moneda extranjera que hubiese disponible para pagos de deuda evitando el defalult”.
–El precio de la cesta petrolera venezolana se ha mantenido en 45 dólares por barril, 10 dólares por encima del precio internacional, en promedio, pero en los últimos años ha disminuido la producción de petróleo, afectando el ingreso de dinero y por ende las operaciones que se hacen con esas divisas, trayendo como consecuencia no solo la disminución de asignaciones del Dicom sino además una fuerte caída en las importaciones, amplió Aristimuño.
Señaló también que con anterioridad habían hecho este análisis “en el que se mencionó que para finales del año las entregas del Dicom bajarían pues el Estado debía pagar sus compromisos que para el resto del año asciende a más de 4 mil millones de dólares y en reservas internacionales hay solamente 10 mil millones de dólares, entonces el destino único de los fondos es para el pago de deuda para evitar caer en impago”.
Dentro de las consecuencias de la falta de divisas, también destacó César Aristimuño “la caída en las importaciones, las cuales esperan que se ubiquen para finales de 2017 en 12 mil millones de dólares, es decir 8 mil millones de dólares menos que al cierre del año 2016 cuando se situaron en más de 19 mil millones de dólares aproximadamente”.
Finalmente espera que “las medidas tomadas por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) no profundicen la situación ya existente en el país y con los mercados internacionales, con los que ya es complicado negociar, pues las consecuencias de esta situación la reciben los venezolanos quienes están sufriendo”.