El Nacional.- El futuro de Petróleos de Venezuela está gravemente comprometido. Para la corporación, llegó la hora de tomar acciones como minimizar la cantidad de compromisos que tiene. El objetivo es bajar las deudas que han generado falta de incentivos para la inversión. Este llamado de atención lo hace César Mata, asesor legal de la Cámara Petrolera de Venezuela y magíster en derecho y política petrolera.
“Pdvsa debe reinventarse y desintoxicarse para competir en el mercado internacional. El futuro de la industria va a depender de la toma de decisiones, de la credibilidad, de la constancia y, sobre todo, de la seguridad jurídica que se pueda brindar al inversionista nacional y extranjero”, destacó.
Aclaró que la seguridad jurídica no solo tiene que ver con la creación o modificación de nuevas leyes, sino con la confianza en la toma de decisiones y en las personas que trabajan en cada área.
Mata indicó que la industria de los hidrocarburos debe ser reactivada porque de lo contrario el Estado no tendrá fondos para financiar ni el gasto público ni generar inversión que permita la recuperación económica de Venezuela.
“Por mucho petróleo que tengamos, no hacemos nada con dejarlo en el subsuelo”, expresó.
La producción de la industria, según fuentes secundarias, está cerca de 700.000 barriles diarios de petróleo. El régimen, por su parte, informa que supera el millón de bdp.
Los trabajadores
Mata señaló que los trabajadores y obreros de Pdvsa sufren igual que el resto de los empleados del país.
“Los trabajadores petroleros están en completa desventaja respecto a sus similares en otras áreas internacionales, incluso en Suramérica, ante Brasil, Colombia y Argentina”, destacó.
Dijo que sus condiciones y beneficios laborales han mermado por el pago en bolívares, la hiperinflación, por la falta de planes de carrera y la poca estimulación de la identificación corporativa.
“Pasaron la aplanadora en Pdvsa y a quienes dejaron les aplicaron ajuste salarial donde el valor de la moneda fue absorbido. ¿Así quién va a querer trabajar o jubilarse?”, se preguntó.
La producción
Para Cesar Mata, el franco declive de la industria se debe a varios factores: económicos, políticos, legales, de inversión, pero sobre todo, gerenciales.
“Cuando empezamos a hablar del declive en la producción, esto se observa a partir de 2005 en adelante, aproximadamente. Sin embargo, todo comenzó con el paro petrolero y la falta de capacidad para dirigir Pdvsa”, afirmó.
Criticó el hecho que todas decisiones importantes hayan sido tomadas por el presidente de la empresa, que a su vez era ministro de Petróleo, en clara referencia a Rafael Ramírez, hoy enemigo confeso del régimen.
“Esto generó miedo y una falta de comunicación efectiva. Miedo a realizar las acciones necesarias para que un yacimiento no perdiera su producción por falta de presión, por ejemplo. Claro, también incluye el riesgo país y la desconfianza económica y financiera”, explicó.
La gestión de Ramírez
Mata detalló que en la gestión de Ramírez, que estuvo al frente de Pdvsa por más de 10 años, se despidió a personal calificado y se dejó de pagar a proveedores.
Sin embargo, dijo que el peor daño que pudo haber causado fue la politización de Pdvsa y la desorientación de su actividad principal como lo es la explotación y refinamiento de hidrocarburos.
Las sanciones
Aclaró que las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump no son de carácter internacional: “Las medidas son dentro de Estados Unidos y por ende, el impacto que debe medirse es la huella de la banca internacional en el mundo”.
Explicó que los bancos tienen tentáculos en todo el sistema a través de bonos, intermediarios y de todo el entramado financiero.
“Son medidas de carácter internacional pero con impulso político. Empezaron en 2015, pero su impacto real en la industria de los hidrocarburos, específicamente en Pdvsa, se sienten es a partir de 2019”, añadió.
Mata explicó que además de sanciones también existen las licencias generales y las específicas, como las que se usan en el desbloqueo de fondos y las transaccionales.
La era de Chávez
Mata relató que la época de bonanza de la revolución se ubicó entre los años 2004 y 2009. El precio del barril llegó a 140 dólares, lo que permitió el financiamiento del gasto público.
Cuando Hugo Chávez llegó al poder, la producción de crudo rondaba los 3.000.000 de barriles diarios.
“Esta bonanza apalancó todos los sistemas que el gobierno implementó y así, poder cumplir funciones paralelas a su tarea principal que es buscar el bienestar colectivo”, indicó.
Flujo de caja
Aunque es una cifra baja, el mercado interno consume alrededor de 150.000 bdp. Mata señaló que lo que se está refinando en Venezuela ronda los 80.000 bdp, por ello el déficit en las estaciones de gasolina.
Aunado a esto, agregó que la mayoría de la pobre producción de 742.000 bdp se destina a Rusia y China para el pago de deudas.
“¿Entonces cuál es el flujo de caja real?”, se preguntó, añadiendo que toda Venezuela quisiera saber con qué tipo de ingresos se sostiene realmente el país.