Las líneas aéreas del mundo viven hoy la peor situación registrada desde que se dio inicio a la aviación comercial. En Venezuela, la incertidumbre reina en el sector aeronáutico. No existe balance oficial de las pérdidas económicas generadas por la pandemia de Covid-19, ni iniciativas tomadas por parte del Gobierno Nacional que ayuden a mitigar los efectos de la suspensión de vuelos en las pocas aerolíneas que continúan operando en el país.
El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), Humberto Figuera, considera que la situación de las aerolíneas que operan en Venezuela es sumamente grave, teniendo en cuenta que, antes de la pandemia, el sector ya enfrentaba una caída sostenida. En concreto, desde el 2013 al 2019 se perdieron aproximadamente el 75% de los asientos disponibles y se cerró cerca del 80% de conectividad a escala nacional e internacional.
«Las cifras en Venezuela ya eran muy graves, y ahora durante la suspensión por la pandemia estamos en cero. Solo están operando las líneas aéreas de carga y algunos vuelos humanitarios», detalló Figuera.
En ese sentido, el representante del sector aeronáutico considera urgente la necesidad de que las instancias gubernamentales apoyen a las líneas aéreas venezolanas «como han hecho otros países del mundo».
Aseguró que mientras se mantengan suspendidas las operaciones, la organización gremial solicita que se ejecuten ciertas medidas como la exoneración a las líneas aéreas nacionales del pago de estacionamiento y, una vez reactivados los vuelos, que haya descuentos en sobrevuelos, en tasas e impuestos aeronáuticos, así como un descuento considerable en combustible para los aviones.
En ese orden, Figuera solicitó que el descuento se extienda a las aerolíneas que estaban operando en Venezuela para estimularles a que miren hacia el país y entiendan que puede ser rentable porque hay ventaja competitiva. «De esta forma aspiramos retomar, por lo menos, la conectividad que se tenía antes de esta suspensión de operaciones».
Asimismo, el presidente de ALAV señaló que las autoridades aeronáuticas han establecido la posibilidad de que los arrendamientos correspondientes al mes de marzo y abril sean pagados al reiniciarse las operaciones. No obstante, espera que la medida se extienda hasta el año 2021.
—Reactivación es incierta—
Aunque oficialmente no se ha dado información sobre una posible reactivación de los vuelos comerciales en Venezuela, el representante de la ALAV dijo que estima que para el mes de junio puedan reanudarse los vuelos comerciales a escala doméstica. Para ello, dijo, las líneas aéreas deben estar preparadas, por lo que afirmó que el anuncio debe hacerse con siete a 10 días de anticipación.
Sobre esto, la ALAV prevé que se iniciarán las operaciones domésticas fundamentalmente con las rutas más importantes para que las aerolíneas puedan ir recuperando su músculo financiero.
Asimismo, el representante del gremio afirmó que la reanudación de las operaciones internacionales no solo depende de Venezuela, sino de que el resto de los países en los que tenían rutas activas como España, Francia, Panamá, Argentina, Chile o Perú, vuelvan a abrir sus cielos.
Sin embargo, la no simultaneidad de las rutas nacionales e internacionales pueden agravar las pérdidas para el sector.
«Cada vez que se mueve un avión para atender un vuelo doméstico, significa una pérdida. Eso se compensaba con las ganancias que se tenían en los vuelos internacionales cuyos boletos sí pueden ser vendidos en divisas, pero ahora sin vuelos internacionales ni domésticos, la situación es grave, por eso prevemos que las operaciones se reanudarán iniciando con los destinos más rentables», explicó Figuera.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) el 40% de los pasajeros esperará 6 meses o más antes de volver a volar. A juicio de Figuera, este hecho impactará aún más la posible recuperación del mercado durante el resto del año. Además, estima que los viajes con fines turísticos serán los últimos en retomarse, a finales de año o a principios del 2021.
—Solo nueve aerolíneas activas—
El pasado mes de febrero, el permiso de operación de la aerolínea TAP Air Portugal en Venezuela fue suspendido por 90 días, por lo que el Gobierno de Nicolás Maduro calificó como «graves violaciones de la normativa de la Aeronáutica Civil Venezolana».
Esto llevó de 10 a solo nueve el número de líneas aéreas que operan actualmente en el Aeropuerto Internacional «Simón Bolívar» de Maiquetía, otrora ejemplo de buen funcionamiento, seguridad y tecnología de punta, en el que prestaban servicio de transporte 22 aerolíneas en el año 2014.
En cuanto a las líneas aéreas nacionales, el presidente de ALAV precisó que antes de la pandemia estaban operando sus vuelos domésticos con total normalidad. «El Estado tiene una aerolínea que también trabajaba normalmente y compite con las demás líneas aéreas de capital privado, pero no ha tomado ninguna medida para auxiliar a las aerolíneas», señaló Figuera.
Agregó que la organización que representa no prevé que el Estado tome medidas que beneficien al sector dada la situación económica de país, pero afirmó que espera que los compromisos pendientes de pagos por parte de las aerolíneas correspondientes a los meses de la suspensión de vuelos sean prorrogados por lo menos hasta 2021.
«De acuerdo con las cifras de la IATA y algunas líneas aéreas, se habla de pérdidas multimillonarias durante el año 2020. El 95% de las operaciones aéreas están suspendidas y eso significa muchas pérdidas para las aerolíneas que han tenido que hacer inmensos esfuerzos para poder mantener sus costos fijos sin estar operando», expresó el representante gremial.
Figuera añadió que, en América Latina, las pérdidas que se proyectan son de alrededor de 15.000 millones de dólares. «En Venezuela, lamentablemente, no se tiene esa cifra, deben darla las autoridades, pero no ha habido ninguna empresa o agencia oficial que emita una declaración sobre la magnitud de las pérdidas que tendrán que afrontar las aerolíneas del país», aseguró.
Fuente: Banca y Negocios