El presidente de la Confederación Nacional de Industriales de Venezuela (Conindustria), Adán Celis, advirtió que es indispensable regresar al diálogo tripartito entre gobierno, empresas y trabajadores, para enfrentar los impactos de la pandemia de Covid-19 en el país, porque los problemas de movilidad global harán las importaciones mucho más costosas y el país tendrá que depender más de su producción local.
En entrevista con Banca y Negocios, el dirigente gremial destacó que es urgente que se diseñe una estrategia económica sólida y amplia que permita agilizar los procesos productivos y la distribución de mercancías de manera ordenada y segura, sin entorpecer la movilización con controles adicionales.
Igualmente, indicó que la organización cúpula de la industria nacional envió una comunicación al gobierno con el objeto de abrir un canal de diálogo que permita la aplicación de un plan de emergencia de apoyo al sector productivo, que incluya una tregua tributaria, con diferimientos de pagos mientras dure la crisis y la suspensión de sanciones, así como la reactivación del crédito bancario y una liberación urgente de aranceles y tasas a las importaciones de materias primas, repuestos y bienes intermedios, indispensables para la actividad empresarial.
«No podemos salir de este proceso de emergencia nacional con menos empresas, industrias, y empleos. Podemos entrar en una situación mucho más difícil que la que estamos viviendo con el coronavirus. Y no solo estamos pidiendo medidas, sino que estamos ofreciendo nuestro aporte máximo a la solución de la crisis, pero concatenado en un plan integral que incluya a todos los sectores productivos», advierte Célis.
– Crisis transversal –
Para el presidente de Conindustria, Adán Celis, la capacidad de la pandemia de Covid-19 de afectar la economía es «transversal», especialmente en un país donde ya hay una crisis económica muy aguda y persistente, por lo que insiste en que la única medicina posible es unidad y coordinación, sobre todo si ello implica superar las diatribas políticas y los conflictos.
«Si, nos estamos preocupando mucho por el virus, y eso está bien, es lo correcto, hay que proteger la salud de la población; pero no nos estamos preocupando de la misma manera por los efectos sobre el sector productivo, que, al final, van a redundar en problemas del abastecimiento, y eso también incide en la situación sanitaria de los venezolanos. No podemos permitir que haya escasez de alimentos y medicinas en una situación tan grave», alerta.
Celis establece el parangón con otros países, la inmensa mayoría de los afectados, donde ya existen planes y medidas de emergencia económica para atender el colapso económico que genera la pandemia, con sus consecuencias productivas, sociales y financieras.
«En el caso del sector industrial tiene una afectación muy importante; primero, en la movilización de productos, materias primas, asistencia de los colaboradores a sus puestos de trabajo, en una serie de medidas que debemos tomar para proteger la salud de nuestros colaboradores para que trabajen de forma segura, que son muy importantes, pero significan costos adicionales. Todo esto afecta la producción y las ventas, por eso hacemos un llamado a las autoridades para que se produzcan reuniones, donde se coordinen medidas que aseguren la prioridad de los insumos de producción nacional, como una medida básica», establece en primera instancia el industrial.
El titular de Conindustria aclara que el aporte, la solidaridad y el trabajo del sector empresarial, y del manufacturero en particular, no está ni estará condicionado a ninguna política. Insiste, de hecho, en que el compromiso de los empresarios es aportar todo el extra que haga falta para salir de la crisis, «haciendo lo que sabemos hacer, que es producir bienes y servicios de calidad para la sociedad venezolana».
«No obstante, no se puede exigir el esfuerzo solo a los sectores privados y a los trabajadores, sino que el Estado debe establecer medidas de colaboración para facilitar la producción local. Eso está ocurriendo en prácticamente todos los países, donde los gobiernos están de la mano de sus sectores productivos para facilitar la actividad económica en medio de la emergencia», argumenta Celis.
– Pañitos calientes –
El presidente de Conindustria reconoce que la administración de Nicolás Maduro se ha reunido con algunos sectores particulares para coordinar acciones, básicamente de carácter logístico, pero no ha establecido un diálogo real con los organismos cúpula, representativos del empresariado, lo que impide hacer una estrategia más consistente para enfrentar los retos de la economía en tiempo de coronavirus.
Celis dice que las instituciones gremiales están abiertas al diálogo y esperan la convocatoria. Han dado pasos, han puesto los puentes. «Hay que entender que los graves problemas económicos que esta crisis potencia, no se resuelven con ´pañitos calientes´ y contactos parciales, sino que hay que atacar el conjunto, resolver los problemas de la cadena productiva, y más en un momento tan complicado como el que estamos pasando con el coronavirus. Hay que resolver la situación de manera sistémica, organizada, concatenada, y es ahí donde intervienen los gremios representativos, como Fedecámaras, Conindustria, Consecomercio, la Cámara de la Construcción, entre otros, que son los que conocen de manera directa y amplia la situación, tienen el pulso de lo que se necesita».
La mirada del dirigente empresarial regresa al sector industrial para ilustrar la situación: «con organizar la movilización de productos terminados no se resuelve el problema, hay que garantizar el funcionamiento de toda la cadena de valor. Hay que ver la solución de manera sistémica, especialmente en alimentos y medicinas. Hay temas de empaques, etiquetado, productos químicos necesarios para elaborar bienes terminados, hasta los repuestos de los equipos. Si no se cumple esta planificación, no puede haber abastecimiento de productos esenciales».
Igualmente, están asuntos neurálgicos como la inseguridad y el colapso de los servicios públicos, como electricidad, agua y suministro de combustible, un problema que ha resultado especialmente crítico, porque la flota de transporte de mercancías enfrenta un riesgo real de no poder cumplir sus operaciones eficientemente.
«La seguridad para la movilización de productos como algunos alimentos y las medicinas es vital, porque a pesar de la desmovilización en el país, puede haber situaciones complejas», se entiende que en el plano social.
«Lo importante es que nos sentemos a ver cómo es la figura general del movimiento de bienes y servicios. Lo último que podemos hacer es bloquear esa movilización. Por ejemplo, se habla de salvoconductos para mover mercancías, cuando ya existen guías de movilización. No es necesario establecer mecanismos de control adicionales. Las guías de movilización permiten establecer lo que se lleva, los productos prioritarios deben ser tratados con una norma más flexible», advierte.
– Importaciones –
El presidente de Conindustria, Adán Celis, apunta el tema de las importaciones. Recuerda que más de 75% de los bienes exonerados son productos terminados, mientras que las materias primas, repuestos y productos intermedios siguen gravados con aranceles e impuestos. Eso, reitera, es una competencia desleal, no es un «fair play» para el sector productivo nacional.
«Necesitamos que las materias primas y repuestos sean liberadas de aranceles con urgencia, especialmente los productos químicos que son transversales para toda la actividad productiva, porque de lo contrario no vamos a poder producir al nivel necesario. Es una situación tremendamente compleja», indica Celis.
«Quiero reiterar que vamos a estar siempre al lado del pueblo venezolano, que hoy requiere un esfuerzo de todos, tenemos que remar con el mismo objetivo en esta tormenta para llegar a un puerto seguro», concluye.
Fuente: Banca y Negocios