Nicolás Maduro espera salvar este lunes la quiebra de Venezuela renegociando únicamente la deuda correspondiente a los bonos públicos cuyos tenedores son los propios dirigentes chavistas. Desde hace años oficialistas invierten en deuda pública venezolana enormes fortunas, reseñó el diario español ABC.
Con todo esto, Maduro podría obtener suficiente financiación para afrontar un nuevo año, con el necesario dinero para intentar garantizarse la victoria en las presidenciales previstas para 2018.
Alrededor del 60% de los bonos son propiedad de inversores de Estados Unidos y tienen dificultades legales para negociar con el gobierno debido a las sanciones impuestas por el presidente Donald Trump. El gobierno venezolano se está concentrando en la reestructuración de gran parte de 40% restante, algo que tendría a su alcance y que podría bastarle para salir del paso.
La deuda pública de Venezuela se estima en 165 millardos de dólares, la parte correspondiente a los bonos públicos asciende a 58 millardos de dólares, de los cuales 32 millardos se deben a bonos de deuda soberana y 26 millardos a bonos emitidos por Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
El gobierno venezolano ha convocado para este lunes a los poseedores de títulos de deuda. Como se ha dicho, se considera que alrededor de 60% de los tenedores son inversores estadounidenses, por lo que se espera que no acudan. El Tesoro de EE UU advirtió esta semana que sentarse a negociar con Tareck el Aissami, vicepresidente de Venezuela, podría tener consecuencias.