La publicación del Convenio Cambiario N° 39 el 26 de enero de este año trajo muchos aspectos importantes para la economía. Entre ellos, la eliminación del Sistema de Divisas Protegidas (Dipro) cuya tasa de cambio era de 10 bolívares por dólar.
Ante este escenario, el país vuelve a tener una sola tasa cambiaria oficial como ocurre en países vecinos (Colombia y Brasil), la cual será establecida a través del Sistema de Divisas Complementarias (Dicom). Sin embargo, su nuevo funcionamiento tiene restricciones como la limitación al sector privado y la ausencia del Estado en las subastas, así como montos máximos de compra y venta para personas naturales y jurídicas. Además, el tipo de cambio resultante corresponderá a los montos más bajos que hayan realizado los participantes de las subastas.
Andrés Guevara, experto en finanzas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), explicó que aunque la eliminación del Dipro supone una unificación del tipo de cambio porque solo habrá un indicador del precio de las divisas en la economía, no es el fin del control cambiario que rige en el país desde febrero de 2003.
“Mientras exista una estructura que no permita comprar las divisas que necesite cada persona, seguiremos con una tasa paralela ¿Qué nos dice que quienes sean adjudicados en ese sistema no venderán las divisas en el paralelo? Es un sistema muy perverso el del control de cambio que solo se soluciona levantando los controles”, dijo en una entrevista exclusiva con El Nacional Web.
Guevara insistió en que la única alternativa para que el control de cambio se elimine por completo y se termine con el mercado paralelo, es la eliminación de las restricciones de compra y venta de divisas. Aseguró que el nuevo funcionamiento del Dicom no garantiza la libre convertibilidad del bolívar porque la compra y venta de divisas en este sistema solo queda limitada al sector privado
“El sector privado en Venezuela es bastante pequeño y no aporta de manera significativa divisas al país. Lo que trae consigo que el mayor oferente de divisas sea el sector público. Es un muro de contención que no garantiza libremente la oferta y la demanda entre privados y públicos”, advirtió.
Guevara explicó que el Banco Central de Venezuela (BCV) o el Ejecutivo tendrán que emitir un convenio o comunicado para explicar cómo se va a manejar la venta de divisas de Pdvsa y otras empresas públicas al ente central de la economía sin su participación en el proceso.
“Cuando hay mucha asimetría de información, se crea distorsión en el mercado. Además, no hay información fidedigna del Banco Central por que no hay credibilidad en lo que dice. También está el tema de que Pdvsa esté cubriendo al BCV para financiar el déficit de las cuentas públicas. Este tema queda vacío ahora con la eliminación del Dipro. Sin embargo, existe la base legal para crear una tasa específica al sector público porque los convenios no derogados lo especifican”, explicó.
El experto del IESA también consideró inoportunos los límites determinados del Estado para comprar y vender divisas, puesto que el país necesita de aproximadamente 40 millardos de dólares para cubrir la demanda de divisas para importar y producir alimentos, medicinas y otros productos que se consumen en el país.
El nuevo Dicom solo permitirá para personas naturales la compra de 420 euros trimestrales y 1.680 euros anuales. En el caso de las empresas o entes jurídicos, el monto máximo será de 340.000 euros o su equivalente en otra divisa.
“Un límite anual de 1.680 euros para naturales es absurdo. Eso es lo que gana una persona en cualquier país de Europa en dos meses. Igual pasa con las personas jurídicas. 340.000 euros es lo que gasta una empresa embotelladora de refresco solo en las tapas”, sentenció.