El gobierno brasileño evaluará si es viable suspender temporalmente el ingreso por tierra de venezolanos en la frontera norte hasta que se realice un censo de quienes llegaron masivamente al estado Roraima escapando de la crisis en el país vecino.
La propuesta fue planteada en una reunión celebrada la noche de este martes en Brasilia con la participación de ministros y representantes de las carteras de Defensa, Justicia, Salud, Relaciones Exteriores, Casa Civil y representantes del Legislativo.
Más de 40.000 venezolanos viven actualmente en el estado fronterizo de Roraima, muchos de ellos en la capital, Boa Vista, de 330.000 habitantes, según cifras oficiales.
Debido al incremento migratorio, una de las posibilidades que estudia el gobierno para hacer frente a la situación es “suspender temporalmente el ingreso por vía terrestre de los venezolanos hasta que culmine ese censo”, dijo una fuente gubernamental, que pidió no ser identificada.
Sin embargo, la viabilidad de una suspensión temporal de ingresos por tierra de venezolanos -que no tienen restricciones para entrar como turistas al país- podría verse dificultada por los acuerdos internacionales suscritos por Brasil, evaluaron los ministros en el encuentro, según la fuente.
El senador oficialista Romero Jucá, que representa al estado de Roraima y participó en la reunión, se expresó a favor de la propuesta en sus redes sociales.
“Fue definido aquí que habrá un censo para determinar cuántos y quiénes son esos venezolanos en Roraima, y también defendimos que mientras eso se hace haya una paralización del ingreso de venezolanos en Roraima para poder tener una cuantificación exacta de quién ya está en el estado y cuál es la capacidad del estado de absorber a esas personas”, dijo Jucá.
“Tuvimos aquí el compromiso de ministros de tomar acciones de emergencia”, manifestó el senador, al señalar que se evaluó también crear un campo de triaje para alojar a los venezolanos que están durmiendo en las calles.
Los participantes acordaron trabajar, en la medida de lo posible, en la distribución de venezolanos en otros estados de Brasil para desahogar a Boa Vista, cuya estructura se ha visto saturada desde que la migración se incrementó con fuerza a partir de 2016.
Otra propuesta que circuló en la reunión y que será evaluada es la de impedir la salida de los venezolanos que ya ingresaron a Brasil en la región norte porque, según las informaciones de las autoridades, algunos ciudadanos estarían yendo y viniendo constantemente para llevar dinero y comida, indicó la fuente.
Llegar a Brasil por tierra se ha convertido en los últimos dos años en una alternativa de migración importante para venezolanos que carecen de medios económicos para pagar un pasaje aéreo.
En 2017, 17.865 venezolanos pidieron refugio en Brasil, la mayoría de ellos en Roraima.