Torino Capital analizó, en su informe semanal, los términos del decreto 3.196, publicado el 8 de diciembre de 2017 en Gaceta Oficial, a través del cual se establece que cada petro, la criptomoneda venezolana, estará respaldado por la adquisición de un barril de crudo.
“Un problema clave es qué significa exactamente el ‘respaldo’ de la nueva moneda con petróleo. Las criptomonedas respaldadas en materias primas otorgan a los tenedores el derecho de intercambiar una unidad de la moneda por el activo subyacente. Pero el petróleo que respalda al Petro no ha sido extraído del subsuelo, por lo tanto, es físicamente imposible para el gobierno darle al tenedor del petro un activo a cambio de su moneda”, indicó el documento, escrito por su economista jefe Francisco Rodríguez.
A su juicio, este respaldo “terminaría siendo prácticamente simbólico, pues parece poco probable que el gobierno tenga la intención de intercambiar petros por el precio en dólares de un barril de crudo venezolano. Además, cabe preguntarse si el gobierno estaría dispuesto a extraer un petróleo que ya no le pertenece”.
Destacó el banco de inversión que en vista, de que se trata de un “activo ilíquido, no hay forma en la cual sirva como garantía del valor de la moneda”. No obstante, señaló que esto no implica que el Petro esté destinado al fracaso, pues una moneda sin respaldo todavía puede servir como tal.
El informe se refirió también a la “comerciabilidad” del petro. “El artículo 5 del decreto señala que ‘el tenedor del petro podrá realizar el cambio del valor de mercado del cripto-activo por el equivalente en otra criptomoneda o en bolívares al tipo de cambio de mercado publicado por la casa de intercambio de cripto-activo nacional’. Y en artículos 6 y 7 se indica que la criptomoneda puede ser cambiada por la moneda local o por moneda extranjera al tipo de cambio válido al hacer la transacción”.
Lo que resulta clave es qué considera el gobierno un “tipo de cambio válido”, asentó Torino Capital. “Una posibilidad es que el gobierno no regule la tasa a la cual el petro puede ser cambiado por bolívares. Si los Petros pueden ser cambiados por dólares (o por otra criptomoneda que tenga valor en dólares), esta transacción puede servir para establecer un tipo de cambio implícito determinado por el mercado”.
Por el contrario, precisó el texto, si el gobierno decide que el precio en bolívares del petro tiene un límite consistente con un tipo de cambio oficial, entonces será poco probable que los tenedores vendan la moneda por menos de lo que vale en términos de su capacidad para adquirir bienes en el extranjero.
Sostuvo además que “la demanda excesiva de petros se desarrollará de forma natural, y el gobierno podría tratar de emitir más criptomonedas para tratar de satisfacerla”.
Sin embargo, adicionó la firma, “una mayor emisión reducirá el precio en dólares de los petros y elevaría (devaluaría) el tipo de cambio implícito bolívar/dólar, haciéndolo inconsistente con el precio límite que el gobierno trata de imponer. En otras palabras, si el gobierno trata de poner un límite al tipo de cambio implícito de las transacciones en petros, la demanda excesiva de petros persistirá, haciendo que este sistema sea idéntico a cualquier otro de los sistemas anteriores de control de cambio”.
Riesgos legales
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió este martes a sus ciudadanos que deseen invertir en la criptomoneda venezolana petro, que podrían incurrir en actos ilegales por violar las sanciones impuestas al gobierno de Nicolás Maduro, reseñó Reuters,
“La información disponible indica que, una vez que sea emitido el petro parecería ser una entrega de crédito al gobierno venezolano”, dijo un vocero a la agencia, citando las sanciones que prohíben negociar nueva deuda de Venezuela o la petrolera Pdvsa. “Por lo tanto”, agregó, “el petro podría exponer a los estadounidenses a riesgos legales”.