Entre enero de 2016 y enero de 2017 en términos reales el salario mínimo integral de los venezolanos cayó 44,36%, según el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga.
En un comunicado, la patronal expuso que debido a la inflación que vive el país, los ajustes salariales no representan ningún beneficio para el trabajador. Olalquiaga, señaló que si se compara el ingreso real (salario mínimo más bono de alimentación) de enero 2016 con el de enero 2017 la caída es de 44,36%.
Es decir, la población que recibe esta remuneración no tiene capacidad adquisitiva. “Esta pérdida del poder de compra hace que sea inviable producir en Venezuela”, expresó el vocero gremial.
“La economía venezolana en su forma más amplia está pasando por un proceso de severa contracción en combinación con una altísima inflación. La consecuencia de esto es el empobrecimiento del ciudadano”, sostiene.
A juicio del empresario con una actividad económica reducida, cada vez hay menos puestos de trabajo, se producen menos bienes que a la vez tienen precios más altos y por tanto, los consumidores dejan de tener capacidad de compra. “Si no hay demanda de bienes, las pocas fábricas que quedan operativas tienen que ir disminuyendo su producción. Y esto genera una círculo vicioso dramático”.
Olalquiaga insistió en que las causas de la actual contracción económica de Venezuela son estructurales; consecuencia de políticas públicas que han destruido sistemáticamente la capacidad de fabricación local haciendo al país dependiente de la importación de productos terminados.