Desde que llegó al poder, el mandatario Nicolás Maduro decidió repetir la práctica de su antecesor, Hugo Chávez, y decretar varios incrementos de salario mínimo por año con la supuesta intención de proteger los ingresos de los trabajadores. Pero aunque las quincenas se hicieron más y más grandes, el dinero fue rindiendo menos.
Cifras de la firma Econométrica destacan que, aunque durante la gestión de Maduro se ha aumentado el salario mínimo en más de 20 oportunidades, el incremento ha sido solo nominal. En términos reales, el poder de compra ha retrocedido y los venezolanos se han vuelto cada vez más pobres.
La firma destaca que entre diciembre de 1998 y marzo de 2013, mientras Chávez estuvo en la presidencia y el país tuvo los mayores ingresos por ventas petroleras, el poder de compra del ingreso mínimo integral (salario mínimo más bono de alimentación) tuvo un alza de 20%. Pero entre abril de 2013 y diciembre del año pasado, durante la gestión de Maduro, el poder de compra cayó 96%.
Henkel García, analista financiero y director de la firma, precisó que al comparar diciembre de 1998 con diciembre de 2017, el poder de compra del ingreso mínimo integral cayó 90%. “Solo durante diciembre de 2017 el poder de compra del ingreso mínimo integral cayó 50%. Ese mes no hubo aumento de sueldo y la inflación se ubicó en 91,8%, de acuerdo con el índice de precios medido por Econométrica”, dijo.
Este mes entró en vigencia el más reciente aumento de salario decretado por el Ejecutivo, que llevó el ingreso mínimo integral de 456.507 bolívares a 797.510,4 bolívares, es decir que los trabajadores cobrarán 341.003 bolívares más, pero García aseguró que si no se toman medidas que favorezcan el incremento en la oferta de bienes, el poder de compra seguirá en picada.
Humberto García Larralde, economista y presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, agregó que la caída del poder de compra es consecuencia de una serie de malas políticas económicas que año tras año repite el gobierno. Aseguró que la decisión del Banco Central de Venezuela de financiar el déficit fiscal con la creación de dinero sin respaldo ha hecho que se acelere la inflación, lo que termina reduciendo el poder de compra.
Precisó que solo el año pasado el financiamiento del BCV a las empresas públicas no financieras se multiplicó por 22. “No hay manera de contener los precios cuando la actividad económica está decayendo, pero se aumenta la cantidad de dinero en la calle. Los economistas hacemos un llamado al gobierno, a que sincere la situación y corrija esto porque está matando de hambre a los ciudadanos”. (Canadian Pharmacy)
Los analistas refirieron que los bonos especiales que ha estado aprobando el gobierno a través de los llamados carnets de la patria lo que hacen es traer más inflación.
Sostienen que en vista de que este año está prevista la realización de las elecciones presidenciales, lo más seguro es que el Ejecutivo va a seguir inyectando más dinero a la economía y, ante la poca oferta de bienes, lo que se va a generar es más inflación.
Nadie aguanta
Ni las personas que devengan salario mínimo, ni los que cobran un poco más, pueden aguantar el acelerado incremento que tienen los precios de los bienes y servicios. “Esto se salió de control y nosotros apenas podemos sobrevivir. Yo cobro más que un salario mínimo, entre sueldo y bono reúno un millón de bolívares, pero cuando voy al mercado lo que me provoca es ponerme a llorar. Un kilo de carne lo venden en más de 290.000 bolívares, y el de queso blanco duro ya superó los 350.000 bolívares, esto no se aguanta por eso hay protestas por todos lados”, afirmó Cristal Hernández, encargada de un comercio en Los Ruices.
El día a día de Daniela Rodríguez, trabajadora de una empresa de encomiendas no es distinto. Hasta hace poco usaba sus tarjetas de crédito para completar el mercado, pero el límite se quedó corto para sus necesidades. “A finales del año pasado me aumentaron el límite de crédito de una de mis tarjetas, lo llevaron a 350.000 bolívares, pero eso es nada. Vas al mercado y enseguida te lo acabas en uno o dos productos. Esto es muy angustiante”.
Las mujeres rechazaron las declaraciones del ministro de Agricultura y vicepresidente del Área Económica, Wilmar Castro Soteldo, quien hace un par de semanas afirmó que el nuevo incremento del salario mínimo no puede ser medido por los productos que permite adquirir, sino con la paz que, en su opinión, vive el país.
“Lo que hacen es burlarse de uno que debe ingeniárselas todos los días para ver cómo lleva comida a su casa. Yo no me quiero ir del país, pero es de las pocas opciones que nos dejan”, afirmó Hernández.
Como ella, cientos de venezolanos han decidido salir del país en los últimos meses empujados por la crisis económica, política y social, pues contrario a lo que el gobierno dijo en muchas ocasiones, la remuneración mínima legal en Venezuela es la más baja de la región.
García Larralde insistió en que urge que se tomen medidas que permitan frenar la inflación y el deterioro de la calidad de vida. “Se deben desmontar los controles para que el sector productivo pueda crecer, pero todo apunta a que las autoridades no lo van a hacer porque hay personas que se benefician de esas regulaciones”.
Lo dijo:
Wilmar Castro Soteldo, vicepresidente del Área Económica
El vicepresidente del Área Económica afirmó que el nuevo incremento del salario mínimo de 40% no puede ser medido por los productos que podemos adquirir sino con la paz que, en su opinión, vive el país. “No podemos medir sus resultados por la capacidad adquisitiva o la cantidad de productos que podemos comprar ahora con un salario mínimo, son medidas económicas que han venido garantizando la paz del país.