El gobierno destituyó a Rafael Ramírez, embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, colocando fin a las discusiones y diferencias dentro del partido de gobierno.
Ramírez es uno de los dirigentes del oficialismo que más influencia tuvo durante la gestión del ex presidente Hugo Chávez, fue uno de los cuatro líderes chavistas que pactaron a finales de 2012 en La Habana cómo sería la sucesión de Chávez, tras decidir este que Maduro era su elegido.
A pesar de la información suministrada por Reuters en la que confirmó la decisión del régimen de Maduro, Ramírez aseguró que no se le ha informado sobre la destitución.
El despido de Ramírez está vinculado a la corrupción que existe en Petróleos de Venezuela (Pdvsa), empresa que presidió, al igual que el Ministerio de Petróleo y Energía.
El conflicto entre el oficialismo y Ramírez alcanzó un punto de no retorno la semana pasada, cuando el ex vicepresidente publicó un polémico artículo titulado “La tormenta” para denunciar a los conspiradores económicos cercanos al Palacio de Miraflores, así lo reseñó El Mundo.
En una reciente alocución, Nicolás Maduro otorgó el poder petrolero a los militares, destituyendo a su presidente, Eulogio del Pino, y al ministro de Energía y Petróleo, Nelson Martínez. Al frente de Pdvsa situó al general de la Guardia Nacional Manuel Quevedo.