El Fondo de cooperación binacional Chino-Venezuela ha procurado financiamiento por 800 millones de dólares, a diversos proyectos de desarrollo asociados a las empresas básicas de Guayana en 2017.
Estos desembolsos se han orientado a la construcción de la segunda planta de pellas de Ferrominera Orinoco (FMO), por un monto de 425 millones de dólares; a la ampliación del muelle de Palúa cuya inversión es de 112 millones de dólares y a la planta de pulpa y papel de Pulpaca, por 200 millones de dólares; el resto del apoyo crediticio se ha direccionado al Complejo Siderúrgico Nacional, específicamente a la línea de alambrón ubicada en la planta de Antímano, informó el ministro de Industrias Básicas, Estratégicas y Socialistas, Juan Arias Palacio.
En conferencia de prensa señaló que la industria pesada de Guayana (hierro, acero y aluminio), aportará a las cuentas públicas por concepto de exportaciones unos 500 millones de dólares, “cifra similar a la del año pasado”. Explicó que las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y el “saboteo productivo interno vinculado al hecho político-electoral” han impactado la meta de superar ese monto.
Adelantó que “las expectativas para 2018 son alentadoras” en lo que respecta a la recuperación del tejido industrial y de los mercados, y a duplicar las exportaciones, fundamentalmente de aluminio primario, mineral de hierro y productos terminados al Medio Oriente y Asia”.
Confió en que “la inflación es una materia que no me compete directamente, reconocemos que el Gabinete Económico está dedicado a vencer” sus altos índices.
Apuesta por Venezuela
Arias, acompañado de Marcial Arenas y Orlando Ortegano, viceministros de Planificación Productiva y Gestión Industrial Socialista, presentó los indicadores del sector que a su juicio, demuestran un “desempeño positivo”.
Sidor, la principal siderúrgica del país, produjo en el período enero-octubre de 2016, 230.005 toneladas de acero líquido y cerró el año con 310.348 toneladas, refirió. El acumulado a octubre de 2017 es de 240.275 toneladas y la meta es igualar a la del año pasado.
Recordó que la capacidad instalada de la factoría de acero es de 4 millones de toneladas al año cuando el plantel estaba “en óptimas condiciones”. Indicó que tras la estatización de la planta, se detectó que sus antiguos dueños (Ternium) “desmontaron algunos equipos y Sidor hoy no tiene capacidad para producir 1 millón de toneladas de acero líquido”, con su actual parque industrial.
Arias reiteró que trabajan en la búsqueda de financiamiento privado y con bancos comerciales. “Hemos encontrado inversionistas que, pese al bloqueo internacional, están apostando por Venezuela y puedo decir que las negociaciones, a través de asociaciones estratégicas están adelantadas: en 2018 habrá una inyección importante de recursos para Sidor”.
A manera de balance
Arias detalló el saldo de las empresas briqueteras. Y dijo que si bien FMO “no ha tenido este año un comportamiento que supere las cifras de 2016, las empresas transformadoras, que emplean mineral de hierro” se han expandido y han elevado sus ventas a mercados internacionales.
La planta de briquetas de Ferrominera, refirió, reportó una producción acumulada en 2016 de 211.534 toneladas y se estima que en 2017 cierre en 250.000 toneladas; Briquetera del Caroní produjo 119.180 toneladas y en 2017 se prevé concluya con 230.000 toneladas; Briquetera del Orinoco ubicó su producción en 229.000 en 2016 y se proyecta un 2017 con 310.000 toneladas; y en Briqven, que produjo 50.607 toneladas en 2016, la meta es llevarla a 150.000 toneladas.
Resaltó el caso de Venalum, cuya expectativa para este año es al menos igualar la producción de 2016 ( 124.952 toneladas). Dijo que un accidente eléctrico afectó los planes de esa empresa de aluminio.