El sindicalismo independiente cuestiona la designación de Francisco Torrealba como ministro del Trabajo, pues forma parte de un nuevo gabinete ejecutivo radicalizado con el proyecto del socialismo del siglo XXI. “Aumentará la conflictividad en el país al imponer relaciones laborales ideológicas en detrimento de las reivindicaciones de los trabajadores”, afirmó Froilán Barrios, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.
Recordó que en 2016 hubo 5.000 conflictos laborales. “Torrealba fue designado para imponer el estado comunal en las relaciones laborales”, sostuvo Barrios, y alertó que el funcionario actuará como militante del PSUV para implantar el trabajo voluntario y los consejos productivos de trabajadores.
José Elías Torres, directivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, señaló que el nombramiento no augura bienestar para los trabajadores: “Torrealba no negocia ni con sus compañeros de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores”.
Torres vaticina confrontación con los empresarios y desconocimiento de los sindicatos no oficialistas, lo cual “no ayuda a solucionar reclamos laborales cotidianos como el reenganche de trabajadores despedidos, especialmente del sector público”.
Servando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores, informó que conoció a Torrealba a comienzos del año 2000 como dirigente del sindicato del Metro de Caracas en las filas de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores. “Su pertenencia a la Milicia Bolivariana es una contradicción entre la visión militar de imponer y obedecer órdenes y la civil, donde están los sindicatos, que es contestataria”.
Insistió en que “habrá más tercerización y acoso político en el sector público, además de los ataques al movimiento sindical autónomo como lo hizo durante su presidencia en el Instituto de Ferrocarriles del Estado”.