López asegura que
“es una cuestión de materia prima, la demanda está por encima de la oferta porque hay menos ofertantes”. A su vez refiere que antes existían empresas transnacionales que se encargaban de importar los insumos necesarios, sin embargo, pocas son las que permanecen operativas en el país.
Los pacientes más afectados son aquellos con enfermedades crónicas, que dependen del consumo de medicamentos para desarrollar sus labores cotidianas. Medicinas como los antibióticos, antidepresivos, anticonvulsivantes y fármacos para combatir problemas cardiovasculares solo se producen en algunas plantas del país, y la demanda supera los niveles de producción.
Por otra parte, hay medicamentos que deben importarse debido a que no se producen en el territorio nacional, como es el caso de la insulina, los inhaladores para el asma e incluso productos de consumo común como los anticonceptivos. “Los productos para las hormonas y el metabolismo no se producen en el país”, explicó López.
El presidente de la Cifar expone que
se necesita una amplia variedad de medicamentos para cubrir las especificaciones de cada patología presentada. Reseñó que hace 4 años, la producción farmacéutica alcanzaba las 9.800 presentaciones de distintos fármacos, mientras que actualmente se aproxima a las 900, lo que representa un 9,1% de la fabricación del 2013.
Incertidumbre por divisas
El nuevo esquema de asignación de divisas, controlado por el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom), genera incertidumbre para el sector, debido a que aún se desconoce qué moneda se manejará para realizar las transacciones.
Las divisas son imprescindibles para el sector, debido a que un 98% de los insumos para fabricar los productos son importados. Por lo tanto, López advierte que deben implementarse monedas que faciliten el comercio internacional de materias primas. Según su juicio, solo el dólar y el euro sirven para este fin.
López también señaló que pese a las dificultades, se realizan esfuerzos para hacer los correctivos necesarios e incrementar la operatividad de la industria farmacéutica. “Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles, reuniéndonos con el gobierno y los entes del sector. Tratamos de dar con el consumo y la fabricación para suplir la demanda, con las empresas nacionales que quedaron el producto”, acotó.
Finalmente, exigió a las autoridades pertinentes que revisaran el caso del Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (Sencamer), debido a que está pendiente la renovación de los Controles de Productos Envasados (CPE), sin lo cual no se puede comercializar los productos.