El secretario general de la OEA, Luis Almagro, publicó este lunes su cuarto informe sobre Venezuela, en el que insta a la comunidad internacional a aplicar sanciones cada vez más duras contra el presidente Nicolás Maduro y pide que el diálogo retomado por Gobierno y oposición no se base en el reparto de poder.
“Reiteramos la solicitud que formuláramos en el pasado para que la comunidad internacional continúe aplicando sanciones cada vez más duras contra el régimen y autoridades del régimen”, indica Almagro en el documento, de 49 páginas.
La publicación del informe a última hora de la tarde de Washington, donde tiene su sede la OEA, no llegó ni 24 horas después de que el Gobierno de Estados Unidos incluyera a Venezuela en el veto migratorio, cerrando la entrada a partir del 18 de octubre a territorio norteamericano a funcionarios venezolanos y a sus familias, reseñó DPA.
La administración de Donald Trump ha aplicado diversas rondas de sanciones contra funcionarios del Estado venezolano, incluido el propio Maduro, y el mes pasado impuso por primera vez sanciones financieras, destinadas a asfixiar la financiación del Gobierno boliviariano. Canadá también acaba de imponer sanciones a Venezuela y la Unión Europea podría hacerlo pronto.
“Que no se negocie la paz, la democracia ni la libertad”, insta además Almagro cuando acaban de retomarse en República Dominicana las conversaciones entre el Gobierno y la oposición en busca de una salida a la crisis.
“Ninguna negociación debe estar basada en el reparto del poder, sino en la redemocratización del país”, exige el uruguayo, que pide además a las dos partes de ese diálogo que escuchen “la voz de la OEA” y a los países miembro de la organización que expresen una “condena rotunda al régimen” de Maduro.
La división existente en la OEA, en la que el Gobierno venezolano sigue contando con aliados como Nicaragua y Bolivia, entre otros, ha impedido la aprobación de un documento de condena a lo largo del último año en el que un núcleo de países entre los que se encuentran Estados Unidos y México lo ha intentado.
Convertido en uno de los mayores críticos del presidente Nicolás Maduro y de su Gobierno, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) asegura en su informe que la situación en Venezuela representa “un riesgo para la paz y seguridad hemisférica”.
Cita entre las razones “los vínculos comprobados de estructuras del Estado con el crimen organizado internacional” y “la adquisición de armamento militar que posiciona al país como el principal comprador de armas en Latinoamérica y la multiplicación de la Milicia Bolivariana Nacional”.
El informe publicado este lunes es el primero que realiza Almagro tras la elección y toma de posesión de la Asamblea Nacional Constituyente que ofrece redactar una nueva Constitución y que no reconocen numerosos países.
“La Secretaría General de la OEA entiende que la democracia en Venezuela fue eliminada el 30 de julio de 2017, tras la instauración de una Asamblea Constituyente ilegítima”, dice.
La anulación de ese proceso, junto a la investigación “a gran escala de los actos de figuras clave del Régimen y sus subordinados para garantizar la rendición de cuentas por los crímenes cometidos contra la población civil”, es una de las exigencias que plantea en el documento.