Ante las presiones financieras que han surgido a raíz de la decisión ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos contra Venezuela, un equipo de técnicos se ha desplegado para conseguir opciones y salvar los obstáculos que se presentan para las operaciones del país.
Hoy, cuando se cumple el plazo fijado por el Gobierno de Trump para que las empresas y personas naturales estadounidenses se adapten a las sanciones, los técnicos venezolanos han dado la vuelta al mundo diseñando una estrategia, basada en financiamientos y transacciones en monedas diferentes al dólar.
Fuentes vinculadas a esta estrategia indican que desde el Gobierno de Estados Unidos se están torpedeando pagos a tenedores de bonos y proveedores estadounidenses, a pesar del esfuerzo previo por mantener el comercio con las empresas “americanas”.
Los técnicos venezolanos sostienen que existe una presión muy fuerte sobre los bancos por parte del Departamento del Tesoro y las agencias gubernamentales que complican las transacciones y por ello las empresas comienzan a reducir al mínimo su interacción con Venezuela.
Como ejemplo está la decisión del Deutsche Bank de congelar los pagos de la decimoquinta subasta del Dicom.
En este escenario, compañías ubicadas en China y Rusia han aprovechado el espacio y la capacidad financiera para adquirir papeles de deuda y captar la demanda de servicios de Pdvsa.
Lo que hacen
Los técnicos venezolanos han dado como respuesta una “realineación monetaria y comercial euroasiática” y no han esperado a que termine la construcción de “un muro financiero” que aísle al país.
La estrategia ha sido insertarse en la tendencia de separarse del dólar.
Los rusos hacen la propuesta de manejar su crudo Urals en rublos en la Bolsa de San Petersburgo, en los que están alineadas las empresas Rosneft, Lukoil y Gazprom.
“La meta es crear un sistema donde el crudo ruso sea cotizado y vendido de manera justa y franca”, dijo el presidente de la Bolsa Internacional Mercantil de San Petersburgo (Spimex), Alexei Ríbnikov.
De otro lado, China hace lo mismo y ha anunciado planes para establecer en el comercio de petróleo contratos de futuros que se cotizarán en yuanes y con posibilidad de conversión en oro.
Siendo Rusia uno de los mayores productores de crudo y China el mayor importador neto de combustibles, esto puede conducir a que surja una nueva referencia de precio en los mercados mundiales de crudo bajo ese tipo de contratos.
Estos contratos se hacen atractivos para exportadores que están sujetos a sanciones de los Estados Unidos que podrían acordar precios y pagos en esta moneda. Los posibles candidatos son Rusia, Irán, Pakistán y Vietnam. (https://www.focolare.org/)
Venezuela está jugando esta carta al punto que ahora coloca oficialmente la cotización de su cesta petrolera en yuanes.
Además evalúa, no sin retrasos, la creación de una cesta de monedas para determinar su sistema cambiario, en donde se aspira a trabajar con euros, rublos, yuanes y rupias.
Consecuencias
En el análisis hay que tener en cuenta, de cara al caso venezolano, el peso de Rex Wayne Tillerson, quien ocupa la silla en el Departamento de Estado y está vinculado a una gran transnacional del petróleo que ha perdido varios casos con Venezuela: Exxon.
Las presiones se mantienen y la reacción de Canadá el viernes pasado se inserta en esta estrategia.
Los pagos de la decimoquinta subasta del Dicom fueron tramitados a través del Deutsche Bank para liquidar a los usuarios lo correspondiente a los recursos; sin embargo, esta operación fue revertida por el banco.
Existe la decisión clara del Gobierno de irse del referente dólar, cueste lo que cueste. Adecuarse costará su tiempo y las empresas locales deberán evaluar la ubicación de sus proveedores, ya que mientras estos trabajen con dólares, la sola operación de cambio elevará los costos operativos.
En este escenario lo obligado a evaluar es flete versus costos cambiarios y de allí hacer el modelo de negocios.
Las sanciones son un verdadero muro para frenar las políticas de desarrollo que emprenden los países, ya que se complican las fuentes de financiamiento, lo que al final afecta a los sectores sociales más vulnerables.
Sin embargo, también tienen efectos importantes sobre los sectores medios que son duramente golpeados por el tema inflacionario y las restricciones en su movilización y actuación, como queda demostrado con la reacción de Panamá, al establecer limitaciones a los negocios de venezolanos.
Fondos de inversión estadounidenses han perdido activos de alta rentabilidad al sacar de sus balances los bonos venezolanos debido a la presión ejercida a partir de las sanciones.
Está por escribirse otro capítulo de esta historia y se está a la espera de las nuevas decisiones de la Casa Blanca, que adelantó el Presidente de los Estados Unidos en su discurso ante la Naciones Unidas.