Falta de materia prima y desmejoras laborales son las debilidades de la planta Clorox de Venezuela, según denuncian trabajadores de dicha empresa, ubicada en la zona industrial Epifanía de Santa Lucía, municipio Paz Castillo.
Voceros de los 244 empleados le hacen un llamado al Gobierno nacional para que invierta en la empresa a fin de elevar la capacidad productiva de desinfectantes, cloro, lana y lustrillo jabonoso, que actualmente está en 25 %.
Uno de los trabajadores, que pido resguardar su nombre, informó a ÚN que necesitan envases, químicos y bandejas, entre otros requerimientos, pues han tenido que improvisar con materiales obsoletos para cubrir la demanda.
“Tenemos las ganas y parte de la maquinaria; solo necesitamos que nos den respuestas. Con inversión y buena dirección podemos transformar la empresa”, dijo.
Comentó además que no cuentan con un contrato colectivo que vele por el bienestar de los empleados.
“Los integrantes de la junta directiva no se apersonan a las instalaciones. No tenemos a quién expresarle nuestras inquietudes. No somos guarimberos”, refirió.
En septiembre de 2014, los dueños de Clorox cerraron la empresa. En noviembre de ese mismo año, el Estado ordenó, a través del ministerio del Trabajo, la ocupación y el reinicio de las actividades productivas. En mayo de 2016, el ministro del Trabajo para la fecha, Oswaldo Vera, se comprometió con los obreros a elaborar un plan para la entrega de materia prima.