El Gobierno de Estados Unidos no tiene planteado reconocer a un posible Ejecutivo paralelo formado por la oposición. A pesar de pensar que en Venezuela hay una dictadura, sigue considerando legítimo al gobierno de Nicolás Maduro, esta afirmación la hizo el encargado de Suramérica en el Departamento de Estado, Michael Fitzpatrick este marte 1 de agosto.
Un día después de que la Casa Blanca llamara por primera vez, de manera oficial, “dictador” a Maduro, uno de los funcionarios más implicados en la política hacia Venezuela repasó los factores que, a su juicio, han convertido gradualmente al país caribeño en un régimen dictatorial.
No obstante, Fitzpatrick matizó que Estados Unidos no se plantea reconocer a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) como ente de gobierno alternativo, incluso si ese órgano legislativo tratara de conformarse como aparato estatal paralelo.
“Queremos dialogar con el gobierno del presidente Maduro”, aseguró Fitzpatrick en una entrevista con Efe en Washington.
“No reconocemos necesariamente gobiernos paralelos o aparte. Respetamos el gobierno oficial de Venezuela y del presidente Maduro en este momento”, subrayó el funcionario, que ocupa el cargo de subsecretario adjunto de Estado de EEUU para Suramérica.
El funcionario recordó que Estados Unidos tiene “relaciones bilaterales con casi todos los países del mundo menos un par”, incluso si no está de acuerdo con “su forma de gobierno”.
“Y en el caso de Venezuela, queremos apoyar al pueblo venezolano para salir de esta crisis”, y “mantener conversaciones diplomáticas” con el gobierno, destacó.
Hay “varios factores” por los que la Casa Blanca ha decidido calificar de dictadura al gobierno de Maduro, según Fitzpatrick, y la celebración de la Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Magna es solo una de ellas.
“Lo que hemos visto durante los últimos 18 meses es una serie de decisiones y acciones por el gobierno de Venezuela (para) asfixiar el mundo democrático, cerrar más espacio para diferencias de opinión, atacar a cualquier organización o grupo de personas que piensen diferente”, destacó Fitzpatrick.
El gobierno de Maduro ha “atacado a los partidos políticos, la Asamblea Nacional, la Fiscalía” e incluso a “militares que han sido detenidos precisamente porque han tenido diferencias de opinión”.
“Esto tiene que acabar. De una forma u otra, tarde o temprano, y se va a acabar”, pronosticó.
Fitzpatrick alertó de que, si el chavismo cumple sus amenazas de retirar de su cargo a la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, ése sería “un paso más en la dirección equivocada”.
“Lo que pedimos al gobierno es que calmen las aguas, que busquen un consenso nacional; y más detenciones por diferencias de opinión son más presos políticos, y no menos”, apuntó el funcionario.
Afirmó, además, que “es posible” que la Casa Blanca decida aumentar las sanciones al gobierno venezolano debido a la detención de los líderes opositores venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma, algo que tiene “muy preocupado” al Departamento de Estado.
Fitzpatrick recordó también que aún puedan imponerse “sanciones sectoriales” que afecten al petróleo de Venezuela, y remarcó que “antes de tomar esa decisión”, Washington se asegurará de no “hacer daño a la población” con sus medidas.
Defendió, asimismo, las sanciones impuestas este lunes a Maduro, que algunos han considerado meramente simbólicas, dado que no está claro que el presidente venezolano tenga activos en Estados Unidos.