Este 2017 se convertirá en el año del levantamiento y del reimpulso económico para avanzar hacia un nuevo modelo productivo diferente al rentista que se estableció hace más de 100 años en Venezuela, afirmó este lunes el presidente de la República, Nicolás Maduro.
“Año 2016 hemos vencido, y lo que vamos es para delante, año 2017 año del levantamiento económico, de reimpulso. Los dos años (2017 y 2018) tiene que estar juntos en todo el proceso productivo, el proceso de trabajo, todo el proceso de la recuperación económica”, expresó el Jefe de Estado durante el programa La hora de la salsa, que transmite Radio Miraflores 95.9 FM.
En este sentido, el Mandatario Nacional indicó que este trabajo se realizará junto a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), promovido por el Gobierno Nacional para que las propias comunidades abastezcan y distribuyan los alimentos prioritarios a través de una modalidad de entrega de productos casa por casa, como mecanismo para combatir la reventa y contrabando de los rubros de primera necesidad.
“Si estimulamos la expresión cultural de nuestro pueblo, el único destino que tenemos es la victoria popular de la Revolución Bolivariana”, subrayó el Primer Mandatario venezolano.
Parte de este reimpulso, se deberá por la propuesta presentada por Venezuela en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y aprobada por el organismo el pasado mes de noviembre en Viena, Austria, donde se llegó a la decisión de reducir la producción en más de 1,7 millones de barriles por parte de países miembros y productores externos, a partir del 1º de enero de 2017.
Al respecto, el presidente Nicolás Maduro señaló que Venezuela propondrá a los países de la Opep “un nuevo sistema, una nueva fórmula de fijación de los mercados y precio del petroleo que permita estabilidad”, para así poder garantizar la estabilidad del mercado del crudo en un lapso de 10 años.
“Los precios justos del petróleo son base para la estabilidad del crecimiento económico mundial”, recalcó el presidente Maduro.
La baja en la cotización del crudo, que se mantiene desde mediados de 2014, constituye el ciclo más largo de precios bajos que se ha registrado en los últimos 45 años. Este hecho se produjo como consecuencia de la sobreproducción de crudo de países Opep y No Opep y una inusual baja en la demanda de combustible para calefacción en regiones donde se emplea este derivado del petróleo.