La firma Torino Capital reporta en su informe semanal una mayor inflación a consecuencia de la abrupta depreciación de la tasa de cambio no oficial y la escalada del financiamiento monetario, así como también una caída de las importaciones producto de la falta de acceso a los mercados financieros por parte del gobierno nacional.
Reportan en el documento que la inflación se aceleró en mayo a 21.1%, el mayor nivel jamás observado en el modelo que aplican para sus cálculos. En lo que corresponde al indicador anualizado subió a 557.6% y se aceleró con respecto a la proyección en abril de 516.5%. “La impronta mensual está por encima del promedio de 18.4% obtenido en agosto-noviembre de 2016, y substancialmente mayor al promedio de 15.6% en los cinco meses anteriores. “Revisamos al alza nuestro pronóstico, hacia 639.4%, dadas las cifras más altas de lo previsto en los meses anteriores y a las revisiones más amplias de nuestra perspectiva macroeconómica”, cita el documento.
Destaca que aun cuando continúan esperando cierta desaceleración en la inflación hacia finales del año, dado el lanzamiento del Dicom y la tendencia de la devaluación de esta tasa de cambio, asumen que en los próximos dos meses la inflación intermensual se mantenga en 20.0%, por encima del promedio anual de 16.9%. En cuanto a la base monetaria aseguran que pasó de crecer a un promedio de 298.8% anualizado entre enero y abril de 2017 a 424.0% entre mayo y junio, impulsada principalmente por el incremento en el financiamiento monetario, el cual pasó de 582.8% a 716.5%, respectivamente, y destaca que estos serán los principales activadores de la aceleración de precios a futuro, según Torino.
El análisis refleja que anteriormente la firma había sugerido que el declive observado en la inflación mensual en el período de diciembre-marzo se debía a los efectos contemporáneos y rezagados de la iniciativa de substitución de la moneda por parte del gobierno, lo que limitó significativamente la disponibilidad de medios creíbles de pagos en efectivo y significó un choque monetario negativo. Sin embargo, los datos muestran un cambio en esta tendencia.
En el primer trimestre de 2017, los precios resultaron afectados por el choque monetario negativo, pero estos efectos se están diluyendo y los precios sufren el impacto fundamentalmente del fuerte ajuste en la tasa de cambio. En cuanto al tipo de cambio Dipro destacan que aun cuando no ha variado, “este mecanismo quedó de hecho eliminado para el sector privado, lo que implica un incremento en los precios de las importaciones que se hacían antes a la tasa de cambio más baja”.
Recuperación a futuro
En otro orden,el estudio revela que las importaciones cayeron a $711 millones en abril, evidenciando un descenso de 78.8% con respecto al pico de 2012 y de 29.2% con respecto a abril del año pasado. También cayeron las importaciones 7.2% respecto al nivel que se observara en marzo, que fue la baja anterior en la serie. En el primer cuatrimestre.
Perfila cierta recuperación en las importaciones en los próximos años, en la medida en que el gobierno aproveche más las reservas internacionales y la venta de activos para financiar el gasto. También recuerdan que el gobierno nacional apenas ha realizado un par de ventas de activos (el acuerdo de recompra de bonos con Fintech en abril y la venta de bonos a Goldman Sachs en mayo) destacando que cualquier liquidez adicional que genere alguna de estas transacciones quizá no se refleje aún en los datos sobre las importaciones.
Avizoran, que de sostenerse para el resto del año la misma tasa de descenso en las importaciones observada a la fecha, estiman que el país entraría en un superávit en cuenta corriente de $ 6.300 millones (2.9% del PIB). Esto basta para pagar la amortización calculada en $ 5.000 millones, lo que esencialmente llevaría las necesidades de financiamiento externo casi a cero”.
“Claro está, uno podría cuestionarse si la tasa del descenso en las importaciones es sustentable desde el punto de vista político, y si va asociada a los recortes en las importaciones de petróleo que podría tener efectos negativos en la producción petrolera. Por tal motivo, dudan en llamar a esto una posición externa sustentable intertemporalmente. Sin embargo, el hecho de que con estos niveles de importación el país no necesite agotar los activos sugiere que un evento de crédito estaría más remoto de lo que asume gran parte del mercado”, adicionan.
El declive en las importaciones agregadas es una de las razones fundamentales para que revisen a la baja los pronósticos de crecimiento porque la economía venezolana se caracteriza por una dependencia bastante fuerte del crecimiento agregado a las importaciones. La perspectiva de una contracción agregada en las importaciones ciertamente dificultaría una recuperación en el crecimiento.
Finalmente, destacan que en las últimas semanas, han ajustado paulatinamente a la baja los pronósticos de importaciones y, en consecuencia los de crecimiento. Ahora prevemos que la importación de bienes disminuya en 16.6% a $14.800 millones, y la de servicios en 24% a $ 8.200 millones, hasta -5.2%.