El anuncio del presidente Nicolás Maduro del martes, de poner en marcha la nueva fase del sistema de Divisas Complementarias que implica la liquidación de divisas a través de subastas fue recibido con reservas por el sector privado. “Hay que ver lo que hacen con esa medida que la vienen anunciando hace tiempo y no se concreta”, expresó el presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga.
El dirigente empresarial destacó que el nuevo Dicom “será bienvenido si se crea un mecanismo de transacción formal de las divisas a una tasa de cambio que sea aceptada por la contabilidad de costos de las empresas, pero si esa condición no se da todo quedará en un anuncio más”.
Olailquiaga recalcó que el Ejecutivo debe garantizar con el Dicom que habrá las divisas suficientes para que las industrias y los comercios puedan acceder sin trabas a ellas y adquirir así las materias primas e insumos necesarios para sus operaciones.
Víctor Maldonado, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Caracas, expresó: “Llama la atención que el anuncio del Dicom se haga cuando las reservas internacionales están en sus niveles mínimos”. A su juicio, “el control de cambio que el gobierno mantiene desde 2003 no contribuye a que los actores económicos nacionales e internacionales tengan confianza y no facilita los procesos de exportación e importación”.
Sobre el decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica prorrogado por octava vez a partir del 13 de mayo de 2017, Maldonado sostuvo que es una versión del autoritarismo del gobierno afianzado en su poder absoluto sin tomar en cuenta los problemas de la gente.
No es nuevo. Henkel García, presidente de inversión y director de la firma Econométrica, destacó: “Este tipo de anuncio del gobierno no es nuevo. Fue una promesa del entonces vicepresidente económico, Miguel Pérez Abad, sin que hasta ahora haya entrado en funcionamiento. De hecho, el Banco Central de Venezuela nunca reflejó la tasa Dicom sino Simadi”.
El economista considera que en la instrumentación del mecanismo, que según Maduro entrará en vigencia el 23 del presente mes, la divisa no fluctuará con la oferta y la demanda y su precio se deslizará a 1.500 bolívares, el doble del actual en el esquema Simadi.
Sobre el tipo de cambio de 10 bolívares por dólar para las importaciones del gobierno como los alimentos, indicó que “si hay algún ajuste no pasará de los 50 bolívares en el transcurso de 2017”.
Para García, la extensión del decreto de estado de excepción mantiene el inmovilismo económico del país durante los últimos 5 años producto del excesivo control sobre los precios y la producción del sector privado. Indicó que el esfuerzo del gobierno se centrará mucho en lo político fortaleciendo la provisión de alimentos por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción y los carnet de la patria, ambos propensos a la corrupción.
“Hay una contracción de la oferta de bienes y servicios en Venezuela por la caída brutal de las importaciones además de la recesión del aparato productivo nacional”, puntualizó.
Mayor pérdida de empleos
El estado de excepción y emergencia económica que el gobierno impone mediante decreto desde hace un año ha golpeado fuertemente la estabilidad laboral con la destrucción de más de 800.000 empleos formales, advirtió el sindicalista Froilán Barrios.
El directivo del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato explicó que la concentración de poder en Maduro ha generado la expropiación de empresas que luego quiebran dejando a los trabajadores en la calle.
El dirigente del Fadess dijo que la caída de la actividad productiva privada nacional ha provocado la reducción y el cierre de miles de empresas. “Si sigue la contracción del sector privado se seguirán perdiendo puestos de trabajo porque el gobierno se empeña en mantener una política económica que desactiva el aparato productivo y desequilibra los precios y los salarios”.
