Según sus propias proyecciones, la firma Torino Capital observa con preocupación la reducción de las importaciones en los primeros meses del año.
Subrayan que a pesar de la buena disposición del Ejecutivo de pagar los compromisos de servicio de deuda, la misma está respaldada por una combinación de emitir deuda por activos y restringir las compras internacionales.
Estiman que las importaciones, en los primeros dos meses del año, disminuyeron 27% con respecto a los mismos meses pero del año pasado.
“Si esta tasa de contracción se mantiene todo el año, las importaciones de bienes y servicios caerían a 20 mil 80 millones de dólares”, explican.
Por este escenario, el país tendría, según la firma, un superávit tal en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que cubriría los 6 mil 400 millones de dólares de amortizaciones de deuda programadas para el resto del año.
En contraposición, señalan que un escenario de contracción de ingresos por vía exportación de petrolera sumado a la reducción de importaciones, podría tener un efecto negativo en el pago de las amortizaciones de la deuda.
Argumentan que este contexto podría tener un impacto social que amenace la estabilidad política.
A juicio de la firma, las importaciones per cápita se ubican, en estos momentos, en el nivel más bajo desde 1960.
Además, Torino cambió su previsión crecimiento para este año por el comportamiento de las importaciones, pasando de 2% a -0,5%.
Validez jurídica
La firma asegura que las transacciones de carácter financiero que realiza el Estado tienen validez jurídica, y no necesariamente requiere de la aprobación de la actual Asamblea Nacional.
Dicen que el Banco Central de Venezuela (BCV) tiene la autoridad de realizar swaps de oro.
“La operaciones de canje de oro realizadas por el BCV no están cubiertas por la Ley de Endeudamiento, que solo restringe las operaciones de crédito público”, recalcan.
También concluyen que no existe todavía un escenario de hiperinflación en el país.