Las autoridades estadounidenses informaron el pasado 17 de junio a la Policía española de que el ex jefe de la Inteligencia Militar venezolana, Hugo “El Pollo” Carvajal, estaba oculto en un piso de Madrid tras realizarse una “operación de cirugía estética” y camuflarse con “pelucas“.
Según la carta remitida por la DEA a las Fuerzas de Seguridad españolas, a la que ha tenido acceso El Mundo, EEUU alertó de que Carvajal se encontraba viviendo “en un departamento de la zona de Arturo Soria” junto a la ciudadana venezolana Carolina Viloria Palacios.
“Se sabe que Carvajal utiliza pelucas, bigotes, barbas y disfraces para pasar desapercibido y que “se ha hecho cirugía plástica para ocultar su aspecto físico“.
Carvajal fue detenido la noche del jueves en España tras eludir la acción de la Justicia española en 2019, cuando admitió la orden de extradición cursada por EEUU, que acusa al histórico jerarca chavista de dirigir una organización para introducir cocaína en el país norteamericano. El fugitivo ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, reseñó El Mundo.
La DEA (agencia dependiente del Departamento de Justicia estadounidense encargada de luchar contra el narcotráfico) informó además a la Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional que Hugo “El Pollo” Carvajal había llenado de plantas la terraza del inmueble de la calle Torrelaguna en el que se escondía “para ocultar su rostro cuando la utilizaba“.
Los agentes tuvieron que derribar la puerta al no ceder al estar blindada y el piso fortificado. Cuando accedieron a la vivienda, encontraron al fugitivo en la última de las habitaciones de la casa. Allí se había encerrado, armado con un cuchillo, en un intento desesperado de evitar su arresto.
El “Pollo Carvajal” confesó a los policías que durante sus dos años a la fuga había permanecido en España, cambiando de escondite cada tres meses, viviendo enclaustrado y temeroso de ser reconocido, pues su imagen había sido ampliamente difundida.
Tanto es así, que a pesar de las plantas con las que llenó su terraza, sólo se atrevía a utilizarla de noche y disfrazado.
Fuente: El Universal