Desde el momento cuando Venezuela comunique su salida de la Organización de Estados Americanos, el país tiene dos años para afrontar un proceso de desconexión en el que debe seguir cumpliendo con sus obligaciones como Estado miembro, con los compromisos democráticos, de derechos humanos, separación de poderes y la libertad de expresión. Se esperaba que la decisión de formalizar el retiro a través de una comunicación se diera ayer mismo, pero fuentes en Washington aseguraron a la agencia EFE que la decisión fue postergada para hoy.
El canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, declaró que la organización tiene la capacidad de emitir sanciones contra Venezuela, si fueran consensuadas en la reunión de cancilleres, encuentro al que el gobierno de Nicolás Maduro dijo no asistirá.
Loizaga explicó que entre las obligaciones que tiene Venezuela durante el proceso de retiro está la de acatar las sanciones, entre ellas una posible suspensión del bloque.
Expresó que en esta reunión –con fecha aún por determinar– se harán buenos oficios para hablar con el gobierno, la oposición y la Asamblea Nacional y, con base en esa cita y en la Carta Democrática podrán seguir adelante con las decisiones, las que podrían derivar en una suspensión.
No obstante, agregó que con la aplicación de la Carta Democrática no se quiere llegar a la suspensión, sino a la comprensión del gobierno de Venezuela de que la OEA está para apoyar la democracia y ser mediadora entre las partes, y encontrar una salida que favorezca al pueblo.
“Queremos que Venezuela se normalice; es un país importante. América del Sur es una región rica en energía y alimentos, y estando todos juntos vamos a tener más fuerza. Pero hay una condición sine qua non, que es el ejercicio pleno de la democracia”, afirmó.
El canciller paraguayo aseguró que su país prefiere que la discusión sobre la situación de Venezuela se origine en la OEA y no en la Celac, que es un órgano de consulta política.
Chile también pidió que la cita se realice, pese al anuncio de retiro del organismo de Venezuela.
“El retiro no cambiará la postura de Chile, que seguirá abogando por una salida política, diplomática, a la crisis de Venezuela”, dijo el canciller Heraldo Muñoz.
Pero antes de la cita, el gobierno de Venezuela convocó a un encuentro de la Celac que se realizará, si asisten los cancilleres, en San Salvador el próximo 2 de mayo.
Dudas
Kenneth Ramírez, presidente del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, considera que la decisión de salir de la OEA genera un panorama de inestabilidad. Sin embargo, aseguró que puede revertirse con una comunicación de este u otro gobierno. “El retiro se materializaría en 2019 si todo sigue su curso, pero no olvidemos que hay citas electorales en estos dos años y hay una mayoría de venezolanos que quiere un cambio”.
El anuncio de salida crea dudas sobre la legalidad de la decisión, aseguró Ramírez. “Según el artículo 154 de la Constitución el presidente, como jefe del Ejecutivo, es el director de las Relaciones Internacionales del país y tiene la capacidad para retirarnos”.
Pero, en el caso concreto de la OEA, hay elementos que tienen que ver con la Comisión Interamericana y la Carta Democrática de la organización. “Eso es parte del bloque de constitucionalidad, parte del artículo 23 que afirma tiene el mismo rango constitucional; evidentemente allí hay una controversia y el Ejecutivo solo no podría retirarse, pero la interpretación del Tribunal Supremo seguramente habilitará la decisión”.
Para el analista Eloy Torres la salida de Venezuela de la OEA tiene que pasar por la Asamblea Nacional. “Es la Organización de Estados Americanos, es el Estado el que está representado. El Ejecutivo, que tiene la conducción de las Relaciones Exteriores y los ciudadanos que son representados también a través de la Asamblea Nacional”.
La salida plantea la duda de que el gobierno busque evadir las obligaciones universales en especial los derechos humanos.
El embajador Oscar Hernández indicó: “Venezuela tiene una serie de compromisos en el mundo a través de la ONU, no porque sales de la OEA te desmarcas de ellos”.
Los expertos consultados coincidieron que la decisión socava al Estado venezolano.
Hernández dijo: “El retiro es el reconocimiento al fracaso de la democracia en política exterior, porque no fue capaz de dirimir la solicitud que hicieron sus socios de cumplir con la normativa del grupo”.
Ramírez consideró: “Es una ficción jurídica pensar que con el retiro no se discutirá más el tema”.
Torres señaló: “El abandonar tu organización natural tiene un efecto contraproducente ante la Organización de Naciones Unidas”.