Las largas colas para obtener combustible, el tiempo dedicado para esta tarea, los precios de conseguirlo «bachaqueado», además de la mala calidad y sus repercusiones al parque automotor se traducen en pérdidas que actualmente están registrando las industrias.
Así lo afirmó Luigi Pisella, el nuevo presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria).
«Estos problemas traen consecuencias, no solo la operatividad de la industria, sino que también encarecen sus costos. Ya que no solo es lo que pueda costar el combustible para la obtención del mismo fuera de las estaciones de servicio, sino por el largo tiempo que conlleva poder surtir y todas estas pérdidas definitivamente están siendo absorbidas por las industrias», explicó Pisella en entrevista a Unión Radio.
Expuso que las colas para echar gasolina subsidiada en la Gran Caracas persisten y en cuanto al combustible a precios internacionales hay colas muy moderadas o pocas. «Lo que sí existen son quejas en relación con la calidad del combustible que está ocasionando muchísimos daños al parque automotor», alertó.
Pisella indicó que en Nueva Esparta hay filas en las estaciones de servicio donde se suministra gasolina subsidiada; en Yaracuy desde hace unos 30 días se ha agudizado el problema y hay fuerte congestionamiento para surtir tanto el combustible subsidiado como el de precio internacional. Aseguró que en Lara ha empeorado la situación y que en todo el país el costo del combustible ha aumentado por encima de sus valores a precios internacionales.
«Aragua y Carabobo presentan largas colas (…) Táchira y Mérida están en estado crítico y los precios han subido muchísimo. Cumaná y Bolívar largas filas y solo surten 20 litros por automóvil y esto trae como consecuencia problemas, no solo en la operatividad de la industria, sino que encarece sus costos», concluyó.
Fuente: El Nacional