El alto costo de los test de diagnóstico de la covid-19 que se exigen para viajar a la mayoría de países hacen peligrar la recuperación del sector aéreo de cara al periodo estival en el hemisferio norte, informó hoy la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
La IATA pidió hoy a los gobiernos que aseguren que las pruebas de diagnóstico sean más accesibles para asegurar que los individuos y a las familias puedan viajar.
Según las regulaciones de la Organización Mundial de la Salud, los Estados -a través de sus sistemas de salud pública- no deberían cobrar por los test o vacunas que se requieran para viajar, o por hacer certificados para ello.
Sin embargo, de los 16 países estudiados por la IATA, Francia es el único que cubre el coste de las pruebas de diagnóstico para los viajeros.
Según la IATA, todos los Estados que están ignorando sus obligaciones y poniendo en peligro la recuperación del sector y las vidas de muchas personas, porque estos precios tan altos están incentivando la utilización de test falsos.
De los otros 15 mercados que estudió la IATA, el precio mínimo medio de una prueba es 90 dólares mientras que el máximo alcanza los 208 dólares.
Basados en esta información y en el precio medio de un billete de avión (unos 200 dólares), la IATA ha estimado que el coste del viaje de una familia de cuatro personas (ida y vuelta) podría duplicarse, de 1.600 dólares a 3.040 dólares, con 1.440 dólares de gasto solo en pruebas diagnóstico.
Además, en los viajes cortos de menos de 1.100 kilómetros, el precio de los test es en muchas ocasiones más alto que el precio del billete de avión.
“Los costes de los test deberán de controlarse mejor. Es crítico si los gobiernos quieren salvar el turismo y los trabajos en el sector del transporte y evitar limitar la libertad de viajar a las personas ricas”, declaró el director general de IATA, Willie Walsh.
Fuente: Banca y Negocios