Las perspectivas de una mejora económica en el país para los próximos meses no lucen alentadoras. “Contrario a lo que nosotros pensábamos el gobierno continuó con un drástico recorte en la liquidación de divisas”, afirmó el economista Asdrúbal Oliveros en el foro “El cambio viene: estrategias para resistir” organizado por la firma Ecoanalítica.
Indicó que al cierre del primer trimestre del año la liquidación de divisas al sector privado cayó 44% en comparación con igual período del año previo. Solo en el mes de marzo se liquidaron por los mecanismos cambiarios vigentes (Dipro y Dicom) 7 millones de dólares por día. Dijo que ese es el monto más bajo en los últimos 15 meses: todo lo que se liquidó en marzo es menos de lo que se liquidaba por día en junio de 2014 cuando se liquidaban 160 millones de dólares por mes.
“La caída en la liquidación de divisas afecta las importaciones. En los primeros dos meses del año hubo una caída interanual de 29%. El gobierno ha estado recortando para tener con qué pagar la deuda que se vence este mes de abril. Tenemos información de que van a honrar la deuda. Pero eso les comprometerá aún más el flujo de caja”, indicó Oliveros.
El economista apuntó que el último trimestre del año también será muy difícil para el flujo de caja porque hay que hacer un segundo pago importante de deuda en octubre y noviembre.
Asimismo, destacó que la demanda de bienes de consumo cayó entre 25% y 30% en febrero de 2017 y hay sectores con disminuciones más agudas (superiores a 60%) como los licores, refrescos, vestido y calzado, entre otros. Sobre los alimentos y artículos de limpieza y aseo personal reveló que han surgido importadores particulares que los traen a dólar negro, pero su precio al público es prohibitivo para la gran mayoría de las familias venezolanas, pues un paquete de leche y de arroz cuesta 16.000 y entre 6.000 y 7.000 bolívares, respectivamente.
Oliveros insistió en que si bien el gobierno podrá pagar la obligación de la deuda externa en abril, ello implica comprometer su flujo de caja y mayores penurias económicas para la población ante las limitaciones de un ingreso suficiente de divisas por exportaciones petroleras.
El economista Pedro Palma refirió que a esa limitación se suma que al gobierno se le cierra el mercado financiero internacional -CAF, China y Rusia, entre otros- debido a su negativa de reconocer la competencia de la Asamblea Nacional para aprobar esos endeudamientos.
“Los entes financieros internacionales saben que los préstamos deben ser aprobados previamente por el Parlamento de los países y eso no está claro con Venezuela debido a la decisión del Tribunal Supremo de Justicia mediante la cual el TSJ asumió las funciones de la Asamblea Nacional y violó la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho”, afirmó Palma.
A su juicio, continuará el desplome del precio de los bonos de la deuda de Venezuela y de Pdvsa registrado desde el viernes porque la crisis institucional y política influye en el riesgo país.
El experto Alejandro Grisanti destacó que la crisis política está muy ligada a la situación económica y, por ello, se deben buscar válvulas de escape para evitar una mayor conflictividad que se agrava con la represión a las manifestaciones opositoras de los últimos días. Insistió en que la solución a los problemas económicos que viven los venezolanos depende de un cambio del modelo económico.
Índices negativos. El economista Ricardo Penfold indicó que “por el pésimo manejo macroeconómico” de los últimos 4 años, el índice negativo de crecimiento económico de Venezuela es comparable con el de otros países que pasaron por situaciones de guerra civil.
Entre 1978 y 1986, la economía de El Salvador decreció 27%, mientras que las crisis en Guatemala (1980-1987) y Sudáfrica (1981-1994) significaron caídas de 18,2% y 17,8% en sus economías, respectivamente. Venezuela registró entre 2012 y 2016 un descenso de 23,2%.
El sociólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Pedro España, refirió que los índices de pobreza de ingreso general y crítica en Venezuela afecta a 80% y 30% de la población con una tendencia a aumentar.
El sociólogo señaló que para salir de la pobreza es fundamental la recuperación del aparato productivo nacional. Destacó que 6 de cada 10 venezolanos, especialmente de los sectores populares, confían en la empresa privada y “esa tendencia no existía antes”.
Respaldo a las instituciones no gubernamentales
Los venezolanos tienen un alto nivel de confianza en las instituciones no gubernamentales, en lo que la Iglesia católica y la Conferencia Episcopal Venezolana presentan el mayor índice con 75%, según la encuesta de Venebarómetro correspondiente a marzo de 2017.
Al presentar los resultados del estudio en el foro de Ecoanalítica, “El cambio viene: estrategia para resistir”, Alfredo Croes indicó que los encuestados revelaron que la elevada confianza en las organizaciones religiosas se debe a que esas instituciones realizan los mayores esfuerzos en el ámbito social.
La confianza en los empresarios se ubicó en 61,3%, en lo que organizaciones gremiales como Conindustria, Consecomercio, la Federación de Ganaderos y Fedecámaras registraron 60,7%, 57%, 56,4% y 56,1%, respectivamente.
Mientras que la Iglesia evangélica y la Asamblea Nacional muestran niveles de confianza de 53,4% y 59,5%, cada una, en los organismos del Estado se observa lo contrario: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana mostró en marzo pasado 32,9% de aprobación, el Consejo Nacional Electoral 34,5%, y el gobierno, en general, 32,5% frente a niveles de rechazo de 60,1%, 64,2% y 66,9%, respectivamente.
Los consultados también mostraron una buena percepción de la gestión del Vaticano en el diálogo de 2016 con 60,1%, que opina hizo lo correcto.