Trabajadores de las industrias del azúcar y productos lácteos advirtieron que la importación desmedida de estos rubros compromete seriamente la producción nacional, acercándoles a un posible colapso de su operatividad.
El presidente de la Federación de Sociedades de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), José Ricardo Álvarez, solicitó al Ejecutivo Nacional detener las órdenes de importaciones de azúcar refinada ya que “constituyen una competencia desleal en contra de la producción nacional”.
Precisó que dicha situación podría llevar a la cañicultura nacional al punto del colapso. “No podemos competir con ese esquema de importaciones y con los precios del producto foráneo que entra a Venezuela sin ningún tipo de impuesto”.
Álvarez detalló que muchas veces los rubros importados no cuentan con los permisos necesarios o con la debida licencia de importación, generando de esta manera una sobre oferta de azúcar a nivel nacional, lo que ha distorsionado el mercado y entorpecido el camino para que los productores puedan obtener “el pago preciso y en el momento oportuno”.
Por otro lado, el presidente de la Cámara venezolana de la Industria Láctea (Cavilac), Roger Figueroa, aseveró en entrevista para Unión Radio que el sector se encuentra enfrentando severas dificultades debido a la caída en la demanda de los productos.
Expuso que esta situación ha sido propiciada por “la pulverización de la moneda” y la llegada excesiva de productos importados al país, situación que compromete la operatividad del sector.
Figueroa enfatizó que ha sido cuesta arriba afrontar las problemáticas que se agudizan con el transcurso de los días, al tiempo que alertó que la pérdida del poder adquisitivo tiene un efecto limitante en la capacidad de compra de los ciudadanos.
Finalmente, propuso al Gobierno Nacional la suspensión de todos los productos lácteos importados para la recuperación del sector ya que “las importaciones de productos terminados que ingresan al país compiten de manera desleal con lo hecho en el país”.
Asimismo, sugirió a las autoridades poner en práctica el establecimiento de financiamientos adaptados a la realidad actual.
Fuente: El Universal