De acuerdo con el profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (Apusb), este año 2021 no retomarían las clases si las problemáticas laborales, como los salarios, no se atienden.
Mediante un comunicado, el presidente del Apusb expresó que ningún académico, profesor o maestro daría clases con un salario básico mensual de «dos a cinco dólares».
Para él, esto es una situación humillante pues se trata de trabajar sin compensación. Explicó que esta situación es un ataque permanente a los derechos laborales y humanos de quienes se desempeñan en la academia en la docencia; además de los empleados y obreros educativos.
En este sentido, el dirigente gremial señaló que el pasado 1 de enero de 2021 cumplió dos años de vencida la última Convención Colectiva de los universitarios.
«Un instrumento legal-laboral que se inventó este régimen para coartar los alcances logrados anteriormente con otros instrumentos como las Normas de Homologación universitarias», explicó.
Añadió que los trabajadores universitarios no cuentan con una protección en salud «ni siquiera con un entierro digno» pues el Sismeu «que se inventaron» para atender estas necesidades «ni a entelequia llega. Ese adefesio no existe».
«No sólo la última ni siquiera llegó a cumplirse, aprobadas entre ellos, con nocturnidad y alevosía, sin la participación de gremios y sindicatos libres; sino que la proyectada más recientemente contemplaba la entrega de los espacios universitarios, vincular las instituciones educativas con la Fuerza Armada», aseveró.
Aseguró que quieren convertir a las universidades en productoras y expendedoras de alimentos y otras mercancías; mientras «se abandona por completo el asunto de los sueldos y se desprecia totalmente la protección social».
– Presupuestos insuficientes –
Asimismo, en el comunicado de prensa añadió que hay muchas soluciones; una de ellas es que se destine, como en la antigua ley, una alícuota del presupuesto nacional a las universidades. Al tiempo que indicó que los impuestos de «la menguada empresa privada» vayan a la universidad.
Según sus palabras, hay que insistir en una ayuda humanitaria internacional para la educación en Venezuela, con la Unesco y otros entres multilaterales.
«Este régimen destruyó la educación. Tenemos que enfrentarlo con las herramientas que tenemos porque si no de las universidades y otros centros educativos no quedará ni el recuerdo. (Link) Lo peor que podemos hacer es aceptar sus condiciones deplorables, bajar la cabeza ante quienes oprimen también al sector educativo nacional», aseguró.
Finaliza el tema diciendo que «debemos dar la cara, como históricamente ha ocurrido en la universidad venezolana y en otros niveles en abierta lucha contra el despotismo».
Fuente: Banca y Negocios