La refinería El Palito ubicada en el estado Carabobo, con capacidad de 140.000 bpd, retomó sus operaciones durante la madrugada de este 3 de agosto tras 13 días de paralización, pero solo al 7% de su capacidad instalada, lo que representa entre ocho y 10 mil barriles diarios de combustible.
Así lo informó al diario local El Carabobeño el secretario ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) y representante sindical de El Palito, Freddy Alvarado, quien detalló que los operadores de Pdvsa se mantienen realizando trabajos de estabilización y recirculación en las plantas, preparándose además para reactivar la producción de GLP (gas licuado de petróleo), escaso en la mayoría de los hogares del país.
La producción de combustible en El Palito se detuvo el pasado 21 de julio, cuando se detectaron fugas en el craqueador catalítico de fluidos y la torre de destilación, solo horas después de conocerse que la refinería estaba produciendo hasta 20.000 bpd de gasolina de 87-91 octanos.
Con la refinería Cardón, en Falcón, todavía paralizada y el complejo de refinación carabobeño procesando aproximadamente 10 mil bd de combustible, en Venezuela se genera un déficit de 78% en la cobertura del mercado interno, que según estimaciones del economista y profesor universitario, Hermes Pérez, durante los meses de cuarentena por la pandemia de COVID-19 se ha mantenido en 45 mil bd de gasolina.
Se conoció que los 10 mil barriles están siendo obtenidos de la FCC, la cual tiene capacidad para procesar 55 mil bd de combustible. Esto equivale a 18% del total que pudiera producir solo esa planta. Para el representante gremial de la columna obrera del movimiento Redes en El Palito, Horacio Silva, ese es un porcentaje de producción irrisorio, si se toma en cuenta lo que se necesita para paliar la crisis que mantiene a los venezolanos atrapados en largas filas para intentar surtir algunos pocos litros de combustible.
A su juicio, 35 mil bd de gasolina es lo máximo que podría llegar a procesar la FCC en las condiciones en las que se encuentra actualmente. Más de eso es imposible, debido a los desperfectos y fallas que ha acumulado durante los últimos años ante la desidia y falta de inversión por parte de la gerencia de Pdvsa. “La planta está como cuando a una persona le dan 10 ataques al corazón, jamás volverá a ser la misma”.
El vocero del movimiento Redes advirtió sobre la urgente necesidad de realizar mantenimiento e inversión en el resto de las plantas, ya que funcionan como una cadena: una depende de la otra. Expuso que la planta de crudo tiene unos 10 años sin mantenimiento y otras como las de alquilato, oxigenado, azufre, aguas ácidas e isobutano se mantienen paralizadas.
La refinería de Cardón estaba produciendo hasta 30.000 bpd de gasolina hasta que un mal funcionamiento de la torre de destilación el pasado 17 de julio obligó a Pdvsa a cerrar su FCC.
Cardón y la cercana refinería Amuay de 635.000 bpd comprenden el complejo de refinación de CRP de 940.000 bpd de Pdvsa en Paraguaná, pero casi todo su sistema de refinación está inoperativo luego de años de desinversión y falta de mantenimiento y las sanciones que impiden que la petrolera estatal importe repuestos.
Fuente: Banca y Negocios