En medio de un escenario en el que al menos el 30% de las empresas se encuentran severamente amenazadas de no poder volver abrir sus puertas, el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), propuso que a partir del próximo 27 de julio Venezuela inicie un proceso de desescalada paulatina y supervisada del confinamiento en el que se encuentra desde el pasado marzo cuando se detectaron los primeros casos de Covid-19 en el país.
Durante una rueda de prensa llevada a cabo este miércoles, el presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, enfatizó en que luego de más de 120 días de cuarentena en el país, se ha demostrado que la curva de contagio es independiente de factores como la apertura o cierre de empresas, por lo que solicitó a las autoridades gubernamentales que se permita volver al trabajo de manera supervisada y controlada, garantizando el cumplimiento de las normas de bioseguridad.
«Si la situación se va a extender en el tiempo y pueden volver a haber repuntes, no tiene sentido que las empresas que pueden prestar sus servicios de manera segura se vean imposibilitadas de trabajar. No va a ser el empleo decente o la productividad lo que va a incrementar los casos de Covid-19», aseguró Capozzolo.
El representante del gremio comercial expresó que la modalidad de flexibilización «7+7» implementada por el Gobierno nacional no garantiza continuidad en la actividad productiva y además genera «cuellos de botella» por concentrar a una mayor cantidad de personas en las calles durante los días de flexibilización. Sobre ello, resaltó que si bien el comercio puede garantizar el control de aforo y distanciamiento social dentro de los establecimientos, no puede velar por las medidas de bioseguridad fuera de estos, donde se observan importantes aglomeraciones de ciudadanos a la espera de ingresar.
En ese sentido, Capozzolo reiteró que el nuevo esquema de reapertura económica no debe estar centrado en controlar qué tipo de empresas podrán reanudar o no sus actividades productivas, sino que debe enfocarse en el cumplimiento de las medidas preventivas para evitar contagios.
Consultado sobre la cantidad de empresas del sector que han tenido que cerrar definitivamente sus puertas o que no podrán volver a operar si se mantiene la extensión del confinamiento, el representante del sector indicó que la falta de continuidad operativa ha impedido determinar con exactitud cuántos comercios se han perdido. No obstante, reiteró que antes de la pandemia, ya un 30% de establecimientos se encontraban en riesgo de no poder continuar trabajando, dada la grave crisis económica que atraviesa el país.
– Comercios migran a sectores «priorizados» –
Con un desplome de ventas derivado de la pérdida del poder adquisitivo y una caída del consumo interno del 76%, los establecimientos comerciales se han visto en la necesidad de migrar aceleradamente hacia otros rubros priorizados como alimentos y medicinas, algunos incluso saltándose procesos normativos en pro de su subsistencia.
«Este fenómeno está afectando por lo menos al 50% del sector», afirmó Capozzolo, quien discrepó de que se excluya de la flexibilización del confinamiento a los sectores considerados no priorizados pues, indicó, todas las empresas constituyen un eslabón fundamental de la cadena productiva.
«Por eso cuanto antes debemos volver al trabajo. Que toda empresa privada en Venezuela pueda volver a llamar a sus empleados, volver a producir, volver a ser competitivos y en concertación con las autoridades establecer medidas que permitan salvar el empleo», expresó el presidente de Consecomercio.
«Venezuela es un país por construir y la vía para ello es el trabajo. No son las empresas las que van a generar más casos, un comercio que opere bajo medidas de seguridad estrictas no va a aportar ni un solo caso de Covid-19», sentenció.
Fuente: Banca y Negocios