El Gobierno portugués defendió hoy una «intervención más decidida» en la aerolínea TAP, cuyo mayor accionista es el Estado luso, tras el rechazo de accionistas privados al plan de inyección de capital de 1.200 millones de euros.
El anuncio fue realizado por Pedro Nuno Santos, ministro de Infraestructuras, durante una comparecencia en el Parlamento en la que subrayó que «la TAP es demasiado importante para que la dejemos caer».
El ministro no aclaró si, tal como adelanta hoy la web del diario Expresso, el Gobierno está dispuesto a avanzar hacia la nacionalización de la compañía.
«Cuando hablamos de TAP no podemos limitarnos a los resultados de empresa», insistió Santos, que afirmó que «sería un desastre para el país perder la TAP».
La aerolínea es la «mayor exportadora nacional», dijo el ministro, que recordó que emplea a 10.000 personas, destina 1.300 millones de euros en compras a empresas nacionales y contribuye con 300 millones de euros a las arcas públicas a través de impuestos y tasas de Seguridad Social.
La decisión del Gobierno del socialista António Costa se produce después de que el consejo de administración de TAP rechazara el lunes el plan de rescate por 1.200 millones de euros propuesto por el Ejecutivo.
El préstamo fue aprobado por Bruselas el pasado día 10 de junio a propuesta de Portugal e incluía el compromiso de TAP de presentar un plan de viabilidad.
El Ejecutivo luso puso sobre la mesa la posibilidad de nacionalizar la aerolínea cuando se comenzaron a conocer detalles sobre el impacto del coronavirus en TAP, que en abril tuvo que solicitar una suspensión temporal de empleo para el 90 % de su plantilla.
Durante la pandemia, la compañía ha pasado de una media de 3.000 operaciones semanales con sus 105 aeronaves, a solo 5 vuelos semanales a los archipiélagos lusos de Madeira y las Azores.
Fuente: Banca y Negocios