Mientras el mercado de acciones termina el mes de mayo con un triunfo en la batalla permanente por vencer a la devaluación del bolívar en el mercado paralelo del dólar, el segmento de renta fija vive un momento de mucha actividad, pero todavía sin un impulso definitivo que aporte incentivos claros a los inversionistas para darle mayor volumen y profundidad.
Sin embargo, José Miguel Farías, director de Finanzas de Rendivalores Casa de Bolsa y gestor de portafolios en Arca Assets Management, dijo a Banca y Negocios que se están buscando alternativas para incentivar que la demanda de títulos de renta fija se ensanche y salga de los pocos grupos de inversionistas institucionales que la soportan.
En concreto, el especialista destacó que está en proyecto un mecanismo de indexación de los rendimientos de los papeles de renta fija a la variación del tipo de cambio de las mesas cambiarias de la banca; una idea que, en su opinión, puede prosperar, con el respaldo de la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval), a fin de permitir que la adquisición de estos papeles no se transforme tan radicalmente en una pérdida de valor.
Efectivamente, en los 5 primeros meses de 2020 se dieron 38 autorizaciones de emisiones, apenas una menos del total permitido en 2019 en el mismo lapso, lo que apunta a un año excelente, en atención a los parámetros actuales del mercado.
«El mercado de renta fija ha venido creciendo, no solamente en los últimos meses, sino en los últimos años; desde 2017, 2018 y 2019, que marcó un hito porque no se habían hecho tantas emisiones desde 2009, antes de la intervención de Econoinvest. Ha aumentado de tamaño y ha abierto las puertas a empresas de mayor envergadura que han conseguido financiamiento en este mercado, ante la desaparición del crédito bancario, por la política monetaria restrictiva vía encaje legal», apunta Faría.
Ciertamente, compañías como Coca-Cola Femsa, Pasteurizadora Táchira, Automercados Plaza´s, Laboratorios Calox, Locatel, Destiladora Carúpano, e incluso Mercantil Servicios Financieros -que cotiza acciones- han emitido papeles comerciales y obligaciones.
«Esto es muy positivo, porque son empresas de mayor tamaño, con excelentes participaciones de mercado, con trayectorias y marcas que están en las mentes de sus consumidores, lo que se traduce en más confianza para el mercado, porque si esas empresas entran, independientemente de las condiciones de las tasas, ese es un indicativo que aporta credibilidad», resalta José Miguel Farías.
Hasta ahora, la demanda de la renta fija ha estado centrada en cajas de ahorro, fondos de fideicomiso y ahora las empresas de seguros, reaseguros y medicina prepagada que han sido autorizadas recientemente a invertir en estos papales; sin embargo, no aportan un volumen suficiente, por lo que es indispensable enfrentar el problema de los rendimientos muy bajos con respecto a la inflación.
Fuente: Banca y Negocios