José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, informó el jueves que la iglesia está elaborando una serie de protocolos para que dentro de poco tiempo puedan abrir nuevamente las iglesias y darle la bienvenida a los feligreses.
Señaló que los protocolos han sido establecidos tomando en cuenta las normas internacionales de higiene para resguardar la salud de las personas.
Sin embargo, el monseñor advirtió que es probable que a la población venezolana le cueste un poco adaptarse a la nueva forma en la que se llevarán a cabo las ceremonias religiosas.
«No se trata de tocar campanas y abrir puertas. Habrá normas que no van a gustar, por ejemplo que no tendremos templos llenos como estamos acostumbrados. Mantendremos la distancia de uno o dos metros. Habrá normas que nos va a costar muchísimo entender porque desde nuestra propia cultura, nosotros no somos muy dados en resguardar normas», dijo Azuaje durante una entrevista en Unión Radio.
Precisó que los sacerdotes tendrán que pasar por un proceso de formación que incluye lavar sus manos tres veces durante la celebración de la misa, a fin de poder dar la comunión a los feligreses.
«Lamentablemente no tenemos los recursos para poder llegar a un extremo de lo que se exige y se pide, como la aplicación de gel antibacterial a la entrada de los templos», indicó el monseñor.
Azuaje expresó que la CEV elaboró un documento en el que exhortan a las autoridades del país a llegar a una concertación entre todos los sectores, y que tiene como objetivo llamar la atención sobre la grave situación de Venezuela. En él también queda expreso la exigencia de la reapertura de los templos.
«En el primer ámbito hablamos de profundización de los problemas que teníamos antes de la pandemia, y que se agudizaron en el actual contexto. El segundo es el problema de salud en cuanto al covid-19, que expertos dicen que puede aumentar considerablemente. El otro aspecto es que Venezuela no puede seguir así, estamos en un proceso de deterioro muy grande. La gente está como cansada y deteriorada, nosotros queremos enfocarnos en esos aspectos pero desde la columna vertebral del sufrimiento de la gente», dijo.
La Conferencia Episcopal Venezolana tomó como referencia las medidas aplicadas por otros países como Italia y España, que se han convertido en epicentro de la pandemia en Europa, pero adaptándolas a la cultura venezolana.
«La Iglesia Católica ha asumido una gran responsabilidad al cuidado de los feligreses con normas internacionales. Hemos sido muy responsables en cuidar nuestra feligresía. En Italia están usando pinzas para dar la comunión, aquí en Venezuela veremos cuáles seguiremos, porque desgraciadamente no tenemos los recursos para llegar a los extremos de lo que se pide, pero veremos qué podemos hacer», añadió.
Por el momento se mantendrá suspendida la confesión de carácter presencial, pero se ha incentivado el acto de contrición y petición de perdón al Señor.
En cuanto a la unción de los enfermos sólo se dará en casos que no presenten un motivo de contagio.
Fuente: El Nacional