El Monitor de Servicios Públicos del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad) para el mes de abril del año en curso, Venezuela ha evidenciado un declive persistente en sus servicios frente a las estadísticas arrojadas a nivel global.
La institución indicó que ante la imposición de la cuarentena alrededor del mundo, producto de la crisis sanitaria por Covid-19, es natural que los países se encuentren experimentando altos niveles de consumo en el aspecto de los servicios públicos.
Según reportes mensuales de uso y disponibilidad de servicios en los hogares que coordina la Organización Mundial de la Salud (OMS), el promedio de consumo familiar de energía para marzo cerró en 154 kWh[1]/mes, mientras que en abril experimentó un incremento del 56%.
Asimismo, la media de uso de agua directa de la fuente alcanzó los 15,4 m3, lo que equivale a 15.400 litros. Para finales de abril, la media de consumo se elevó en 63%. Mientras que la demanda de combustible ha decrecido entre 25% y 65%, dependiendo de la especificidad del sector de transporte de cada país.
Con respecto al uso de internet, ha registrado una importante ampliación en su ancho de banda debido a las actuales condiciones de vida en las que muchas empresas han optado por emplear herramientas digitales para agendar y desarrollar reuniones o conferencias.
“En promedio, navegar en la web a través de un smartphone es igual a 2.5MB por minuto. 8 horas de navegación web podrían convertirse en 1GB de consumo, no obstante, en abril el uso de internet demandó mayor ancho de banda por minuto, incrementándose en casi 5MB/min”, se lee en el documento.
La realidad nacional
La situación de Venezuela varía frente a los promedios mundiales. El Cedice afirma que a pesar de experimentar incrementos en el consumo de energía eléctrica, agua e internet y la merma en la demanda de combustible, “las explicaciones de cada rubro no responden a una dinámica necesariamente estándar”.
Como consecuencia de la debilidad general del sistema de distribución de electricidad que ostenta la Nación, el promedio de consumo familiar de energía oscila entre 68 kWh/mes y 96 kWh/mes. No obstante, “en la región Centro-Occidental el consumo puede ser aún menor dado que el 33% del tiempo no hay suministro bien sea por racionamiento o por apagones”, destacaron.
El informe afirma que el promedio de uso de agua directa de la fuente principal es de 6.100 litros, mientras que el uso de agua acumulada comprende el 80% del líquido empleado en el hogar.
“En Venezuela, el suministro de agua arroja datos alarmantes. Según la información recolectada, los sistemas Tuy I, II y III están trabajando a un 35% de su capacidad, motivo por el cual deben esquematizarse programas de racionamiento a los fines de mantener la cobertura del servicio”, agregaron.
Ante el uso de internet, en Venezuela el ancho de banda representa el 1.8MB por minuto, representando un alto índice de retraso y ralentización de los procesos que requieren del servicio. Las operadoras de telefonía (Movistar, Digitel y Movilnet) continúan operando con ciertas restricciones en los servicios, representando fallas de cobertura y disponibilidad que, en diversas ocasiones, son imposibles de solucionar debido al aislamiento programado.
Finalmente, explicaron que el consumo de combustible se ha reducido en casi 80%. Sin embargo, la situación en Venezuela se debe a múltiples razones entre las que se encuentran la caída de la producción y refinamiento de combustible, mala gestión de los recursos económico-financieros de las empresas petroleras, ralentización del esquema de distribución nacional de gasolina, entre otras. “Esta situación ha generado conflictos sociales para la adquisición de gasolina y esquemas tarifarios parafiscales que pueden oscilar entre $ 1.1/litro y $ 2/litro”, complementaron.
Fuente: El Universal