La Comisión de Economía de Consecomercio advierte que el retorno a los «controles de precio, a las fiscalizaciones del sector privado sin derecho a la defensa y apego al debido proceso, generarán mayor desabastecimiento, volatilidad en los precios, extorsión y la proliferación de un mercado negro que terminará por ser un instrumento de exclusión para las grandes mayorías».
El equipo de asesores del gremio del comercio y los servicios señaló que no existe empresa o comercio en el mundo que pueda permanecer en funcionamiento de forma sostenida causándole daños o perjuicios a su clientela. «Porque cuando un cliente es libre de elegir, inmediatamente optará por un buscar un negocio distinto del aquel que le cause un mal. Por ello, debe recordarse que el funcionamiento de la economía se fundamenta en la noción de cooperación social existente entre empresas y consumidores, que lejos de ser antagónica, se complementa entre sí».
Consecomercio demanda que se levanten las medidas de intervención de empresas de alimentos y que se instituya un equilibrio de mercado, que beneficie a todos los agentes económicos, tanto a consumidores como a empresarios, pues, en definitiva, un régimen de controles no beneficia a ninguna de las partes.
«Creemos que toda autoridad debe aplicar políticas tendientes a la generación de bienestar de sus ciudadanos. Ello cobra especial realce en un país como la Venezuela de nuestros días, en la que existe una cantidad importante de sectores de la población que hoy luchan por sobrellevar condiciones de pobreza en distintos ámbitos: alimentario, salud, acceso a servicios básicos, por solo mencionar algunos aspectos puntuales en medio de la coyuntura. Negar las bondades del mercado para favorecer la activa intervención estatal con fines sancionatorios al sector privado, lejos de coadyuvar a la población le dificultará el acceso a los bienes y servicios que tanto necesita en estos tiempos imbuidos de complejidad», sostiene el equipo de asesoría económica de Consecomercio.
Y añade: «la historia reciente atestigua cómo los precios libres son necesarios para garantizar el adecuado funcionamiento de la economía. Los precios, en esencia, se encargan de transmitir información, y es gracias a esa información que los actores económicos, tanto consumidores como empresarios, pueden tomar decisiones de la manera más óptima y satisfactoria posible. Intervenir los precios en nombre de conceptos tales como “usura”, “especulación”, “abuso”, “aprovechamiento”, además de carecer de idoneidad técnica en el ámbito económico, terminan por truncar el objeto y razón de ser de los precios, con lo cual la información que transmiten se distorsiona, resultando todo ello en un funcionamiento perjudicial de la economía».
El equipo, integrado por los especialistas Andrés Guevara B., José Miguel Farías, Rednaxela Sequera y Antulio Moya, demandan al gobierno que «no solo se profundice el proceso de desaplicación de controles, sino que se proceda a su derogatoria formal para brindarle mayor asidero al principio constitucional de libertad económica consagrado en nuestras leyes. Así mismo, creemos que las autoridades venezolanas pudieran revisar otras opciones distintas a los controles como medidas paliar la difícil coyuntura que atraviesa Venezuela a raíz del COVID-19».
Fuente: Banca y Negocios