Casi 5 millones de venezolanos han abandonado el país como resultado de la crisis venezolana. Los organismos multilaterales estiman que ese número podría alcanzar los 6 millones al cierre de 2020, por lo que los países de la región han activado diferentes estrategias para gestionar una crisis humanitaria que tiene graves vertientes sociales y económicas.
Los países más afectados son Colombia, Perú, Ecuador, Brasil y Chile. La Asamblea Nacional, a través de la administración interina de Juan Guaidó, ha realizado esfuerzos para conseguir un tratamiento justo para la ola migratoria más grande en la historia republicana del país; sin embargo, no ha escaseado el rechazo y la xenofobia en algunas naciones vecinas, como Perú y Brasil, como casos más alarmantes.
Otro factor que ha complicado la gestión de la crisis migratoria está en las dificultades que el gobierno ha generado para realizar los trámites migratorios. Son múltiples las fallas y problemas que los venezolanos enfrentan para conseguir un pasaporte o apostillar documentos, por lo que un alto porcentaje de los ciudadanos del país que han abandonado el país lo han hecho a pie y sin papeles que certifiquen su identidad.
Uno de los pasos fundamentales ha sido conseguir que los estados receptores reconozcan esta realidad y creen políticas de excepción que faciliten la entrada de migrantes nacionales.
En este sentido, Estados Unidos, Canadá, Ecuador y Perú aceptan pasaportes venezolanos vencidos pero requieren visas.
Países que aceptan pasaportes vencidos como identificación dentro del territorio local, pero no permiten la entrada con el documento internacional no vigente: Canadá, Panamá y Costa Rica.
Países que permiten la entrada con pasaporte venezolano vencido: Estados Unidos, Colombia, Perú y Argentina.
Países que no tienen reglas claras sobre la inmigración venezolana: Uruguay, México y Brasil.
Fuente: Banca y Negocios