Para enero de 2018 la canasta básica se ubicaba en Bs.35.392.706,24, mientras que en enero de 2019 el costo de la misma era de Bs.1.396.507,23, como consecuencia de la reconversión de agosto 2018, mediante la cual se le quitaron cinco ceros a la expresión de valores en moneda local. En diciembre de 2019, la cesta cerró en Bs.27.322.672,78 lo que representó un incremento de 19 veces su valor en el transcurso de un año.
Debido a la hiperinflación que padece el país, el valor de un dólar en el mercado oficial equivale a un tercio del sueldo mínimo, de manera que la canasta básica registra aumentos constantes derivada de la devaluación y la ínfima productividad interna de la economía.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el pasado mes de julio de 2018 un programa de recuperación y crecimiento económico que incluía quitar cinco ceros al bolívar, y anclar su valor al de la criptomoneda petro.
Esta, al igual que otras medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional no han funcionado para frenar el descontrol que hay con los precios de los principales productos que deben adquirir los ciudadanos para su alimentación adecuada y nutritiva.
Productos como harina, azúcar, arroz, café, aceite, pasta, carne, pollo, huevos, vegetales y frutas sufren aumentos a diario debido a que los propietarios se basan en el valor del dólar paralelo que sufre modificaciones dos veces al día para medir los costos con los que venderán sus productos, asunto que algunos ciudadanos les parece injusto e ilegal ya que debido a esto pagan elevados costos.
El sueldo mensual se le va a una persona en adquirir dos o tres productos de la canasta básica, por lo que muchos buscan dos trabajos, economía informal o buscan empleos que paguen en verdes.
Una comida balanceada según indica el médico nutricionista Pedro Buitriago debe contener carbohidratos, proteínas, grasas naturales y micronutrientes, que a muchos venezolanos les cuesta adquirir por el costo.
“La alimentación debe cumplir con tres aspectos fundamentales: ser equilibrada, es decir incluir todos los macronutrientes (proteínas, como pollo, carne, huevos, pescado, lácteos) y carbohidratos como arroz, pasta, plátano, tubérculos, entre otros”, indicó.
No deben faltar grasas como aceite vegetal, aguacate o margarina, de igual manera hay que incluir los micronutrientes (vitaminas y minerales presentes en los vegetales y frutas). la alimentación debe ser variada, es decir poder utilizar y combinar diversos alimentos e incluir diferentes métodos de cocción para que no sea un plato monótono.
Además la comida debe ser inocua, es decir: quien cocina debe realizar una correcta higiene de los alimentos así como emplear métodos de conservación y cocción pertinentes según sea el caso.”
Fuente: Banca y Negocios