Venezuela reporta por segundo mes consecutivo incrementos de la producción petrolera, según el informe correspondiente a Diciembre, con datos de noviembre, de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); sin embargo, existe un diferencial de 215.000 barriles por día entre la extracción que reporta el gobierno venezolano y lo que reportan las fuentes secundarias de la entidad.
De acuerdo con la información oficial, la extracción de crudo promedió 912.000 barriles por día en noviembre, una cifra que no alcanza las expectativas de alcanzar el millón de b/d antes de cerrar 2019. Las fuentes secundarias de la OPEP cifraron la producción en 697.000 barriles diarios, un incremento de apenas 12.000 b/d, una desaceleración frente a los 19.000 b/d que se expandió en octubre.
La información gubernamental revela una contracción de 1.123.000 barriles por día desde el cierre de 2017, mientras que, según las fuentes secundarias, el derrumbe llega 1.214.000 b/d, en el mismo lapso. El reporte suministrado a la OPEP por el Ministerio de Petróleo indica que en el décimo primer mes del año el bombeo habría subido un promedio de 151.000 barriles por día, 139.000 barriles más que el incremento que conceden las fuentes alternativas del grupo de productores.
Fuentes del sector petrolero señalan que este diferencial entre la producción oficial y la registrada en puertos por la OPEP se explica por las operaciones informales de transporte que hace Pdvsa para eludir las sanciones internacionales que incluyen trasvases de crudo entre tanqueros en alta mar, con el fin de hacer menos trazables los envíos de petróleo, especialmente a mercados asiáticos.
Esas mismas fuentes indican que ya Pdvsa está alcanzando exportaciones de alrededor de 1.000.000 de b/d, debido a la posibilidad de drenar sus elevados inventarios que obligaron a reducir la producción desde julio, ya que se estaba colapsando una disminuida capacidad de almacenamiento.
Por otra parte, la facturación de Pdvsa se ve afectada por otra vía: el precio promedio del crudo de referencia venezolano en la cesta OPEP, el Merey, es el más bajo de la organización. En noviembre promedió 43,44 dólares por barril, con un descenso de 2,25 dólares que equivale a una variación negativa de 4,9%.
El promedio anual a noviembre fue de 54,40 dólares, una caída de 11,17 dólares por barril en comparación con la cotización de 65,57 dólares en el mismo lapso de 2018. Para que se tenga una idea sobre la competitividad comercial del crudo venezolano, el crudo Irán Heavy, que es el segundo de menor valor según el reporte de la OPEP, registró una cotización promedio de 60,73 dólares por barril en noviembre y de 61,68 dólares como promedio anual.
Por otra parte, hay que anotar que el crudo Merey venezolano es el único cuyo precio promedio bajó en noviembre dentro de la cesta OPEP.